Casi media hora de charla apasionada para hablar del nuevo Cáceres Basket, hecho a su imagen y semejanza y que empieza su camino en LEB Oro el viernes en Melilla. Carlos Frade asegura en esta entrevista a EL PERIODICO que no es muy bueno para dar titulares a la prensa. En eso no es exacto: su discurso rezuma atrevimiento.

--¿Cuál es su diagnóstico del Cáceres a estas alturas de pretemporada?

--No está mal. La tarea de ensamblar un equipo desde cero es complicada. Será difícil que podamos estar desde el primer partido de liga bien. Pero me conformo con que seamos competitivos, difíciles, tengamos unos rasgos distintivos, que el equipo sepa a lo que juega en ataque y en defensa.

--Realmente, ¿tiene el equipo que quiere?

--Me gusta. Era lo que queríamos hacer. Lo teníamos claro. Dadas las restricciones que teníamos, el grupo de jugadores está bastante bien. Estoy contento. Queríamos hacer un grupo de jóvenes con buena actitud y mentalidad y por ahora estoy satisfecho por cómo está yendo esto en todo. Ya iremos mejorando poco a poco.

--¿Tiene alguna sensación de haber acertado más con unos que con otros ya?

--No. Es pronto para eso. Lo único que puedo juzgar es el trabajo de este mes y ya digo que estoy contento con todos los chicos. Veremos qué pasa de aquí a 'equis' meses. A ver cómo la gente nueva se adapta a la competición. Como equipo somos un poco incógnita.

--¿Ha percibido algún punto negativo de lo que ha visto hasta ahora?

--Nada. Estoy muy contento.

--¿Puede prometer algo de lo que se verá este año? ¿Un La Palma con acento extremeño?

--Nos falta mucho por mejorar en ataque y en defensa para poder tener más efectividad. Estamos en pañales en muchas cosas, sobre todo en la ejecución de los sistemas, las posiciones en defensa... Los rasgos que se han empezado a entrever es como quiero que sea el Cáceres: un equipo que quiere defender desde el primer minuto hasta el último, tomar la iniciativa, robar balones y que no te los regalen... En ataque queremos jugar lo más rápido que podamos, aunque no precipitado. Es un trabajo importante para no parecer el ejército de Pancho Villa.

--¿Le elogia o le molesta que se diga que sus equipos son solo defensa?

--Me da igual. Es equivocado. Es un rasgo que, si es así, es bueno, porque no asegurará ser sólidos y competir. Si fuera de otra manera, y todos pensasen que para nosotros la defensa no es importante, nos meterían muchos puntos, como ha habido ejemplos en la liga. No quiero eso.

--¿No es transgresor en defender en toda la pista durante 40 minutos, algo que no suele hacerse en categorías profesionales? ¿Cómo llegó a la conclusión de ordenar eso?

--En La Palma... sinceramente muchos partidos de LEB me resultaban aburridos. Con un equipo joven, aunque en el primer año no lo fuimos tanto, quería huir de eso. Quería hacer algo diferente, tanto en defensa como en ataque. Si haces lo mismo que los demás, los otros entrenan eso siempre y cuando juegan contra ti ya lo han ensayado mucho. Si saben que defendemos en toda la pista, les obligamos a prepararlo esa semana. Además, es una buena forma de que los jóvenes mejoren, porque exige un listón de intensidad alto, no deja que se acomoden.

--¿Cuál es el verdadero objetivo que se ha marcado?

--No voy a poder dar el titular en esta pregunta. Somos tan incógnita que sería muy atrevido pensar dónde podemos estar. No tengo ni idea. Hay muchos equipos y jugadores nuevos. Es una incógnita saber cómo vamos a poder asimilar los conceptos. Cuando vayan unas cuantas jornadas podremos pensar en esto. Lo importante es competir, ser duros cada día.

--¿Quién será el líder de este equipo? ¿O el líder será el propio entrenador?

--No, el entrenador no, aunque tiene su parte importante... Hay varios jugadores que pueden tener ese papel, en distintos sentidos. Sí es indispensable que cierto liderazgo caiga sobre Pedro Robles y Roberto Morentin, tienen un trabajo importante en ese sentido que no dependen de que metan una o veinte canastas. Son dos pilares importantes mentalmente en el grupo.

--Resulta difícil sostener que la LEB Oro no está devaluada respecto a los últimos años... Menos equipos, muchos jugadores que se han marchado a la Liga Endesa...

--Cada año es diferente. Además, con 14 equipos se ha condensado la calidad. Pero es cierto que en otras ligas pagan más que la que se pagaba antes en esta. Pero también es cierto que va a haber muchos jugadores que van a cobrar en la LEB mucho menos dinero del que valen por su calidad. Es una competición que es un buen escaparate para hacerte un nombre. Los jugadores que están en Cáceres no están por el dinero, pero sí por la ilusión por poder progresar en sus respectivas carreras.

--Vayamos a un aspecto más personal. Descríbanos qué sensación percibe de Cáceres ciudad.

--Me recuerda un poco a Logroño, donde pasé muchos años de mi vida. Da la impresión de que todo el mundo se conoce, que puedes pagar el día siguiente en una tienda si no tienes suelto. Hay mucha amabilidad. La acogida es fenomenal en el club, que es muy familiar. Se valora el trabajo y el esfuerzo.

--¿Cuál es su día a día? ¿Es de los que están cien por cien pensando en baloncesto?

--De momento sí, pero hay que encontrar momentos para hacer deporte y tener tu ocio. Si estás 24 horas al día con lo mismo, puedes convertirte en una persona insoportable personal y profesionalmente. Siempre he sido partidario de trabajar muchas horas, pero cada vez estoy más por hacer mejor el trabajo para hacer lo mismo en menos tiempo. Así ganas horas para desconectar. Las temporadas se hacen largas.

--¿Jugó al baloncesto?

--Como todos los que estamos en este mundillo, pero no a nivel profesional.

--Un poco de 'crónica en rosa'. ¿Tiene pareja?

--Sí. Una chica de La Palma, se ha venido aquí y estamos viviendo juntos en un piso cerca de la sede del club.

--¿Qué le han aportado como entrenador y persona estar en países poco baloncestísticos como Irlanda o Hong Kong?

--Mucho. Es básico. Desde los 21 años tuve oportunidad de irme fuera de España. Me valió para darme cuenta de que mucho de lo que se dice es verdad. Ni tu ciudad es el centro del universo, ni tu entorno es el centro del mundo. En esos países el baloncesto no es un deporte de primera fila y eso te obliga a hacer muchas cosas. En la edad la que fui, de los 20 a los 30 años, es lo mejor: aprendes de todo y no te pones excusas. Es básico para la formación, al menos para la mía, a nivel de baloncesto por la responsabilidad que cogí. Y a nivel de inglés, claro.

--Si no hubiera sido entrenador, ¿a qué se hubiera dedicado?

--Dios sabe. Estudié Empresariales en Logroño. Espíritu emprendedor tengo. Me gusta todo lo relacionado con el 'marketing', las relaciones públicas... Trabajé algún tiempo relacionado con ello.

--¿Se ve entrenando algún día en la Liga Endesa? ¿Cáceres lo considera como un trampolín? --No me lo planteo. A todo el mundo le gustaría entrenar en la NBA, ir al espacio, viajar a la Luna. Eso es perder el tiempo. Lo que hay que hacer bien es el día a día. Lo que tenga que venir, vendrá. A lo mejor para ser feliz no hace falta entrenar ni en la ACB ni en la NBA, sino estar en un sitio donde puedas desarrollarte bien.

--¿Quiénes han sido sus referentes como entrenador?

--He trabajado con Salva Maldonado, Pedro Martínez y, en menor medida, Pablo Laso. De los tres he aprendido muchas cosas, aunque quizás ellos no se daban cuenta mientras tanto. Un gran faro es también Aíto García Reneses por sus constantes innovaciones.

--¿Qué le gusta hacer aparte de entrenar baloncesto?

--Hacer deporte, aunque últimamente no lo hago, lamentablemente. En La Palma conocí la isla, su naturaleza. En el poco tiempo que llevo aquí, también. Y tiene muchas posibilidades. Me encanta el cine y cada vez más, estar con la familia. Y cada vez menos, salir, como nos pasa todos a cierta edad.

--¿Es usted futbolero?

--No mucho, pero soy del Atleti . Me considero de Logroño, pero nací en el barrio de Aluche, en Madrid. Viví allí hasta los 11 o 12 años. Mi tío era socio del Atlético de Madrid e iba con él al Vicente Calderón.