«¡Como un toro!, Físicamente estoy muy bien porque entreno duro». Carlos García Abujeta (Brozas, 23-7-1988) no tiene dudas al responder sobre su momento de forma, aunque calla cuando se le pregunta si cree que está en su mejor momento de juego. «No sé, no creo que eso me corresponda decirlo a mí». En el Cacereño está destacando en este inicio de temporada. Se ha adueñado de la banda derecha, con sus veloces incursiones en ataque y su fiabilidad defensiva: es todo un seguro.

Militar de profesión, hace malabares «pidiendo favores y cambiando turnos» con sus compañeros de trabajo para poder asistir a los entrenamientos. Y aún así todas las semanas hay uno que se pierde. Pero ese día, si cabe, trabaja más duro. «Juan Pedro [el preparador físico del Cacereño] me da una tabla con una serie de ejercicios que hago yo por mi cuenta». La conclusión, está todo el día «pringado», pero no le importa, porque el fútbol le «apasiona». Se nota, porque esa pasión la transmite en cada partido cada vez que se lanza a correr su banda derecha en busca de la portería rival.

Aunque Adolfo Muñoz se ha planteado ponerlo a jugar de extremo (en algún partido ha llegado a hacerlo), Carlos García tiene claro que donde más cómodo se encuentra es en el lateral. «Llevo tres años sin ser extremo», dice.

Prudente como Adolfo, que se lo llevó con él del Arroyo al Cacereño (como a Santi Polo, Asiel y Pino, su paisano y compañero de trayectoria futbolística, prácticamente calcada), Carlos García también cree que el objetivo es estar entre los cuatro primeros -»hay que mirar al quinto», dice parafraseando a su entrenador-, aunque tiene claro que el CPC tiene equipo para ser campeón.

Fuertes en casa

Superado el bache, derrota con el Jerez («que sabe muy bien a qué tiene que jugar») y empate en Calamonte («un campo difícil, muchos equipos se van a dejar puntos allí»), este brocense tiene claro que en casa no hay que dejar escapar más puntos y recurre a un símil muy militar: «Nuestro campo debe ser un fortín». Y lo cree a pesar de las dificultades que entraña jugar en un céspec tan irregular como el del Príncipe Felipe, «en el que no hay un solo bote normal».

Apuntado a la doctrina cholista del partido a partido («está haciendo mucho daño», dice entre risas), añade que ahora toca pensar solo en el Moralo, rival mañana de los verdes en el Príncipe Felipe (16.30 horas). «Es un buen equipo, que salen a jugar bien y a ganar el partido; hay que tener cuidado con ellos». Después tocará centrarse en la UP Plasencia, rival del martes (18.00 horas), pero eso no será hasta mañana bien avanzada la tarde. Ahora solo se piensa en el próximo partido. Y ese el el del Moralo.