Carlos Moyá sufrió para vencer al argentino Juan Ignacio Chela un verdadero tormento, no sólo por sus fallos sino también por unos problemas en el pie izquierdo, pero al final su gran clase le llevó a los octavos de final de Roland Garros.

Chela, 35 del mundo, estuvo dos sets a cero abajo, pero no se hundió y, tras igualar a dos mangas, llegó a disponer de una ventaja de 3-1 en el quinto. Ahí no supo rematar cuando todo lo tenía a su favor. Fue entonces cuando la mejor clase del español se impuso finalmente por 6-2, 6-3, 3-6, 2-6 y 6-3 en tres horas y seis minutos de agonía.

Moyá sufrió un serio aviso. Si en el partido anterior contra el australiano Mark Phillippoussis su saque y el resto le sirvieron de gran ayuda, y los explotó a placer, contra Chela naufragó en ambos aspectos. El mallorquín cometió 14 dobles faltas y 77 errores no forzados, visiblemente dolorido en ocasiones.

La falta de experiencia de Chela definió en parte su derrota. El argentino cometió en el quinto set dos dobles faltas que le pasaron factura. Una al final del sexto juego que permitió a Moyá igualar 3-3 y otra en el octavo (la 16 de su serie) que adelantó al español 5-3.

Moyá se enfrentará ahora contra el checo Jiri Novak, que derrotó al croata Ivan Lujbicic por 6-4, 7-5, 3-6 y 6-2.

BLANCO SE RETIRA

La jornada se llevó las aspiraciones del ovetense Galo Blanco, que nada más comenzar su partido contra el brasileño Flavio Saretta, incluso en el primer golpe, se resintió en el abductor derecho. Pese a que aguantó todo lo que pudo, el verdugo de Corretja tuvo que abandonar cuando estaba abajo 7-6, 6-3 y 2-2.