Los peores pronósticos se cumplieron y la lesión que se produjo Carlos Rubén en Linares fue la rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha, una lesión que, por desgracia, el jugador ya conoce de su época en Zaragoza. Durante toda la semana le han estado haciendo pruebas para cerciorarse de la lesión "aunque yo ya lo sabía", asegura ayer el jugador.

Esta mañana va a ser inspeccionado por el doctor Cortés para después viajar a su pueblo y pasar las navidades con la familia.

Tras las fiestas será operado y el tiempo de recuperación estimado es de seis meses, por lo que será muy difícil que reaparezca antes del final de la temporada.

Por otra parte, Carreño también tendrá que cuidarse de forma especial en las fiestas, aunque su lesión es de mucha menos gravedad, ya que sufre una microrotura al lado de la que se produjo hace un par de semanas y le mantendrá de baja entre dos y tres semanas. Con respecto a las alegaciones que ha presentado el club sobre el partido en Linarejos, tendrán que esperar la respuesta unos días debido a que el Comité no se reunió en la tarde de ayer como suele ser habitual.