"Hay vuelta para rato". Es el mensaje más nítido que se podía escuchar ayer en la voz del director y organizador de la vigésima Vuelta ciclista internacional a Extremadura. José Guillén augura un gran futuro a este evento, "siempre que sigamos contando con las ayudas institucionales de la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Badajoz a las que se une la aportación de varias empresas importantes".La vuelta quiere hacer un ejercicio de autocrítica "porque siempre hay que mejorar muchas cosas y nunca llegaremos a la perfección", señalan sus responsables. El objetivo principal para las próximas ediciones es tener una mayor infraestructura que se traduce en dos palabras: equipos profesionales.

"porque siempre hay que mejorar muchas cosas y nunca llegaremos a la perfección", "Este año ya tuvimos dos, el Spiuk Fig Zafra y el Lokomotive de Rusia con sus olímpicos, pero estamos en condiciones de traer a muchos más. Todo va en función de las aportaciones económicas que obtengamos".Velas en la tartaPara Guillén, la vuelta ha podido celebrar su 20 cumpleaños con una auténtica fiesta.

"Estamos satisfechos de cómo ha transcurrido. Deportivamente ha estado muy peleada ya que a los dos primeros los separan cuatro segundos después de 750 kilómetros, lo que indica la gran competitividad que ha habido. Las etapas han sido un poco llanas pero hay que recordar que Extremadura no tiene grandes puertos. Rodar a 45-46 kilómetros de media ha sido muy bueno".El director de la vuelta destaca que

"tuvimos a los mejores equipos del campo amateur de España, 14 equipos de primera de los 15 nacionales y un gran nivel".El Spiuk lo intentó con todas sus fuerzas, pero el premio de ganador se marchó a Burgos. Su infraestructura no está preparada para doblar carreras con la Vuelta a La Rioja y a Extremadura con ocho y siete corredores respectivamente. El equipo tuvo que comprar un furgón para asistir a las dos carreras. Al menos se llevó los aplausos y el cariño de la afición extremeña.