Los 32 años de Ricardo Carvalho no han sido impedimento para que el central portugués se convierta en el quinto fichaje del Madrid, tras los de Di María, Khedira, Pedro León y Canales. A falta de confirmación oficial, el hasta ahora defensa del Chelsea es nuevo jugador madridista después del acuerdo alcanzado ayer por la tarde entre los dos clubs.

Después de la lesión de Pepe en Los Angeles, Mourinho hizo ver a la entidad blanca la necesidad prioritaria de volcarse inmediatamente en la contratación de otro central y, pese a que en principio la opción más interesante parecía ser el milanista Thiago Silva, el técnico portugués dio el visto bueno al fichaje de su compatriota, por quien siempre ha profesado especial devoción después de coincidir con él tanto en el Oporto, donde ganaron una Liga de Campeones y una Copa de la UEFA, como en el Chelsea, en el que lograron dos veces la Premier League.

El internacional portugués le costará al Madrid ocho millones de euros, con lo que la inversión blanca en refuerzos cara a la próxima temporada asciende ya a 62 millones de euros. Carvalho, que cumplió 32 años el pasado mes de mayo, firmará por dos temporadas, con opción a una tercera.

Mourinho había jugado presuntamente al despiste al declarar antes de regresar de Los Angeles que ya no pensaba en Carvalho como posible refuerzo. En la misma entrevista en la que descartaba a Cole y Gerrard y hablaba de que el equipo blanco necesita "un jugador con experiencia en una zona crucial del campo como la defensa, alguien que pueda salir también a atacar" en referencia a Maicon, desistía en apariencia de contar con los servicios del portugués.

"Ricardo es un buen jugador, pero tiene una edad por la que si alguien quiere construir un equipo para el futuro, no puede pensar en él" dijo el entrenador madridista, quien ha optado al final por la seguridad de un jugador líder y muy experimentado.