En una ciudad que ha visto y vivido con intensidad el más lujoso fútbol sala, en sus distintas acepciones y proyectos (Distribuidora de Recambios, Pescaderías Quico, El Periódico Extremadura) el presente es mucho más restringido, pero el futuro puede ser alentador. Por ganas no va a ser. Otra cuestión bien diferente son los medios y limitaciones, actores principales y casi definitivos siempre.

Con el Cáceres Uex en Segunda B, la UD Casa Plata, que acaba de ascender, es el único club de la capital cacereña en Tercera División. Ahora necesita recursos para afrontar el nuevo proyecto con garantías. «Nacimos hace dos años gracias a Antonio Franco (Toño), nuestro presidente que, por su amor a este deporte y con financiación propia, crea el club y compite en la Primera extremeña con jugadores únicamente de Cáceres», cuenta Antonio Gómez, secretario y capitán del equipo.

En ese primer año, consigue vencer al mismísimo Cerro de Reyes (que acaba de subir a Segunda) en la Copa Extremadura y cae en cuartos ante el Cáceres Uex. En la liga fue segundo y pierde en octavos.

En este segundo año, «con dos jugadores nuevos», dice Antonio, «comenzamos la liga de manera intratable. Lo primero que consigue el equipo es clasificarse de nuevo para Copa Extremadura, otra vez ante el Cáceres y tras ir ganando 2-0 caemos 2-3 a falta de 11 segundos». En liga, campeón sin perder un solo encuentro.

En playoff, el Casa Plata cede en semifinales ante Fuente de Cantos y despéués logra jugar la fina de la Copa Diputación, siendo subcampeón. Ello le dará opción a jugar en Tercera.

«Pese a todas estas hazañas el club no está muy respaldado. Casi el total del presupuesto sale del bolsillo del presidente y el otro poco de la empresa Segmento, que nos ha vestido y ha aportado su granito de arena al proyecto y le estamos muy agradecidos», dice el secretario-jugador (es portero).

«En cuanto al ayuntamiento, este año el club contaba con un juvenil y el equipo senior, para los cuales nos io un ahora del pabellón a la semana, lo que hizio que el equipo, que no tiene recursos, se tuviera que ir a entrenar a Valdesalor, corriendo los gastos de mano de los jugadores y los juveniles tuvieron que desplazarse al pabellón de la Universidad de Extremadura para poder entrenar corriendo los gastos de bus de su bolsillo», relata el representante del Casa Plata.Se jactan de congregar a más de 200 personas en varios partidos en casa y lamentan que hayan sido el único club de fútbol sala dse la competición «que no reciba ayuda económica por parte del ayuntamiento».

El proyecto sigue, en cualquier caso, con la ilusión por bandera. Y espera que su trayectoria avale esas ayudas que impulsen este crecimiento.