Ahora que están tan de moda los árbitros, me voy a permitir un recuerdo para uno que se nos fue hace mañana diez años. Paco Ceballos Borrego murió joven (tenía 51 años) y en su historial como colegiado tiene el nada dudoso honor de haber sido el único cacereño que consiguió pitar en Primera División. Paco fue, ante todo, un hombre bueno, alguien que trató de impartir justicia en los distintos ámbitos en los que participó, siempre muy activamente. Particularmente, uno le recuerda como dirigente vecinal de su ´Carnerí´ o Llopis. Fue un adelantado a su tiempo en eso de unificar las asociaciones vecinales cacereñas y lo hizo con idéntica pasión que cuando se enfundaba la camiseta de trencilla. Pero también fue un tremendo luchador, alguien que con energía --con más ademanes que maldad-- pretendió hacer el bien, por encima de intereses personales. Paco será mañana recordado en la iglesia del Espiri (20.00 horas). Hablando de recordar: ¿para cuándo la calle prometida, alcalde?