Cuando un neumático se destroza desprende un olor característico, a goma quemada. Parecía como si el caucho recalentado aún se pudiera respirar en el motorhome de McLaren. El patrón ni siquiera esperó a Fernando Alonso en el hogar del equipo. Abandonó el paddock mientras el bicampeón atendía a las televisiones. Se acercó a él, esperó a que finalizara una de las respuestas, le cogió por el hombro y le felicitó. Alonso apenas se giró, asintió con la cabeza y nada más.

Cada uno con los suyos

El nuevo código impuesto por Dennis es el de las buenas palabras, el de los gestos educados. Pero el ceremonial inglés no puede solapar los sentimientos que se desatan tras un triunfo, tras una derrota, tras un podio. Alonso prefiere celebrar sus pequeños pasitos con otros. Por eso dedicó el podio en su GP número 100 a "todos los equipos en los que he estado, a la prensa que me acompaña". También a los "aficionados", algunos de los cuales colocaron pancartas en la tribuna principal, frente al box de McLaren, con frases en inglés contra Lewis Hamilton y Dennis que el patrón leyó con una mezcla de asombro e indignación.

En el Brand Center, como llama Dennis a su palacete, ya no había jefes cuando Alonso y Hamilton regresaron. Solo los dos pilotos, uno en cada parte, cada uno con los suyos. Los dos satisfechos. El inglés sigue lider del Mundial a pesar de un golpe de mala suerte, mientras el asturiano recorta dos puntos con un podio, recauchutado es cierto, pero podio al fin y al cabo. "No es un milagro. Simplemente las carreras son así. Puede suceder cualquier cosa y hoy a Hamilton le ha pasado una pequeñísima", dijo el español.

Alonso se dio cuenta de que algo podía haber sucedido a Hamilton cuando vio restos de neumático sobre el piano de la curva ocho. "Como iba rodando detrás de Hamilton y parecía bastante reciente, tenía la esperanza de que hubiera sido él. En la siguiente curva ya vi que iba muy despacito por la parte de fuera y ya lo adelanté", recordó.

"He visto saltar algunas partículas del neumático en la curva 8 y cuando he frenado en la curva 9 ha reventado", desveló Hamilton. Si le llega a explotar en la misma curva ocho donde la lona quedó al aire podría haber tenido consecuencias muy serias para él. "Este neumático Bridgestone tiene la goma demasiado dura para una carcasa tan blanda, lo que provoca que cuando se le somete a un gran esfuerzo, la goma se arranca en trocitos. Si frenas sobre ella, el neumático revienta", explica Pedro de la Rosa. La curva ocho y el agresivo pilotaje de Hamilton acabaron por desprender la goma del neumático delantero izquierdo, el que más sufre en esa curva.

Hamilton lo reventó primero y alegró el día a Alonso. "En la segunda vuelta de carrera hubiera firmado acabar tercero y por delante de Hamilton. Así ha pasado, así que tengo que dar gracias", reconoció el bicampeón. Restan cinco carreras y le separan cinco puntos de Hamilton. "Ahora no puedes quedarte atrás en ningún gran premio, habrá carreras con lluvia, coches de seguridad... todos estos pequeños problemas en los que espero que mi experiencia me sirva".