CELTA: Cavallero, Méndez, Cáceres, Berizzo, Sylvinho, Luccin, José Ignacio (Vagner m.74), Coudet (Jesuli m.78), Edu, G. López (Juanfran m.90) y Catanha.

ALAVES: Dutruel, Geli, Karmona, Abelardo, Lloréns, Desio, Turiel, Astudillo (Mara m.43), Ilie, Magno (Edu Alonso m.79), Rubén Navarro (Iván Alonso m.78).

GOLES: 1-0 (m.21) Edu; 2-0 (m.24) Luccin, de penalti; 2-1 (m.49) Ilie, de penalti.

ARBITRO: Pérez Pérez (Comité Canario). Expulsó a Desio (m.82) por doble amonestación. Mostró tarjeta amarilla a Cáceres, Turiel, Abelardo, Berizzo, Catanha, Jesuli e Ilie.

El Celta perdió el control del balón en la segunda parte y sufrió más de la cuenta ante un Alavés muy voluntarioso que nunca torció la cara aunque les faltó capacidad de definición en el área.

El partido no dio mucho de sí a nivel de calidad de juego. La presión en el centro del campo fue dura, sobre todo en el caso del Alavés, y fue difícil combinar más de tres pases en busca de jugadas de interés.

Los vitorianos dieron el primer susto en el minuto diez en una balón suelto bastante lejos de portería que el rumano Ilie golpeó de volea con toda la intención de sorprender la situación avanzada de Cavallero, pero su balón no encontró portería.

Imperaba la igualdad hasta que Catanha consiguió prolongar la pelota con precisión entre los centrales contrarios y la velocidad de su compatriota Edu hizo el resto acompañado de buena dosis de fortuna tras el rechace de Dutruel.

DIFERENCIA EXCESIVA

El Celta había sacado enorme rendimiento a su única acción potable pero aún sería mayor el mismo cuando, en una nueva colada del activo Edu, Desio cometió penalti sobre Catanha. No hubo esta vez peleas por ejecutar el castigo y Luccin agrandó la ventaja con serenidad.

Sin hacer nada del otro mundo, el Celta se plantó en el descanso con una buena renta después de solo tres disparos entre los tres palos, los goles y un empalme de Gustavo López que sacó bien de puños Dutruel.

En la segunda parte, los de Lotina profundizaron en sus dudas y el Alavés salió sin ningún tipo de complejo a por el partido. A los tres minutos Adrian Ilie tuvo una buena oportunidad pero no anduvo fino.

Su fallo apenas tuvo importancia porque en la siguiente acción ofensiva, el árbitro consideró como penalti un forcejeo entre Berizzo y Abelardo que el propio Ilie transformó.

Quedaba mucho partido y de ahí al final el Celta sudó tinta para conservar la ventaja. Ninguno de los equipos logró ocasiones claras pero las llegadas del Alavés resultaron tremendamente peligrosas, solo que sin la precisión requerida para finalizarlas con acierto.

En los últimos minutos, entre la expulsión de Desio y los hombres de refresco que introdujo Lotina, los célticos tomaron aire.