Con la supervisión de los doctores Díez y Hernández, de los servicios médicos Sanitas-Real Madrid, el cirujano portugués José Carlos Noronha reparó ayer en un hospital de Oporto el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha del central Pepe. Su recuperación se prolongará durante un periodo aproximado de seis meses, lo que compromete muy seriamente su participación en el Mundial de Suráfrica. Una posibilidad que el club blanco contempla con muchas reservas, pues sus responsables técnicos prefieren que el jugador no se precipite a la hora de reaparecer para evitar en lo posible riesgos de recaída.

Pese a todo, el propio presidente, Florentino Pérez, cree que la disposición de Pepe es la mejor para llevar a cabo una recuperación perfecta. "Estoy seguro de que todo va a ir más rápido de lo que pensamos", dijo ayer el dirigente madridista después de hablar por teléfono con el defensa unas horas después de la operación.

El doctor Noronha, que en la víspera no descartaba que Pepe pudiera estar en el Mundial, no era ayer tan explícito. "La esperanza es lo último que se pierde", se limitó a decir el cirujano portugués cuando fue preguntado sobre los plazos de rehabilitación. El jugador, que permanecerá 48 horas ingresado, se quedará de momento en Portugal. "Necesita un tiempo de convalecencia y reposo absoluto... Estaremos en contacto permanente con el doctor Noronha y el fisioterapeuta de la selección portuguesa, Antonio Gaspar", afirmó el doctor Díez.

La baja de Pepe puede que no sea la única en la defensa madridista cara al partido de mañana contra el Zaragoza en el Bernabéu. El otro central titular, Raúl Albiol, tuvo que dejar de entrenarse ayer por la mañana después de sufrir un fuerte golpe tras un salto en el plexo braquial derecho, una estructura nerviosa ubicada entre la base del cuello, la axila y el brazo.