Atlético de Madrid B - 2: Joel; Sergio Rodríguez, Atienza, Martín, Jaime; Perea (min. 71, Campillo), Koke, Indiano (min. 76, Sergio Marcos), Cedric (min. 71, Gallegos); Molino y Borja González.

CCerro de Reyes - 1: Arturo; José Cayado, Parra, José María, Iván; Martín Belfortti, Fran Miranda; Cristo (m. 60, Adrián), Nauzet, Golo (m. 73, Arévalo); y Enzo Noir (m. 73, Pierucci).

Goles: :1-0: min. 56, Borja González. 2-0: min. 68, Molino. 2-1: min. 92, José María.

Arbitro: Bikandi Garrido (colegio vasco). Amarilla a Perea; Fran Miranda, Parra y Cristo. Roja al visitante Adrián (min. 61) y doble amonestación para José Cayado (2, 66)

Incidencias: Cerro del Espino. Unos 800 espectadores. Minuto de silencio en memoria del antiguo presidente del Atlético Madrileño, José Hernández.

El Cerro de Reyes tendrá que esperar una semana más para asegurarse la salvación definitiva en Segunda B. Los extremeños no pudieron sacar nada positivo de su visita al Cerro del Espino de Majadahonda (2-1), en parte por las decisiones del colegiado, que tuvo grandes errores a la hora de mostrar las cartulinas. Fruto de estos errores, los pacenses terminaron el partido con dos hombres menos. Aun así, recortaron distancias en el tiempo de prolongación con el gol de José María al cabecear a la red una falta lateral.

El encuentro comenzó con un Cerro muy bien replegado atrás en el que brillaron las coberturas para tratar de que los rojiblancos no se aprovechasen de los espacios. Los pacenses después trataban de salir en rápidas contras, pero el problema fue justo que las contras no fueron rápidas y eso impidió que el peligro fuese mayor contra la portería de Joel.

Los locales tenían el dominio del balón, pero era un dominio inofensivo en el que no lograban romper la defensa que había planteado el conjunto de Faustino Bueno Tinín . La segunda gran ocasión del partido para estrenar el electrónico llegó en una buena internada por la banda de Golo, que terminó encarando a Joel aunque su flojo disparo se fue a las manos del meta colchonero. Después de eso, el conjunto rojiblanco se desquitó y gozó de varias ocasiones. La primera, una falta que lanzó Perea fuera por muy poco; después, un disparo de Molino que se marchó rozando el poste y, por último, un remate de Perea que, tras golpear en un defensor, se envenenó y se estrelló contra el larguero.

Aunque antes de acabar la primera mitad fueron los visitantes los que estuvieron muy cerca de inaugurar el marcador en un disparo de Cristo que interceptó Martín. Así, se llegó al descanso con el resultado inicial y con la sensación de que los extremeños podían llevarse algo positivo del feudo atlético.

Tras el descanso, los chavales del filial saltaron antes al campo que su rival y, sobre el césped, hicieron una piña para comenzar la conjura. Los rojiblancos salieron en tromba y Molino se convirtió en un jugador omnipresente, repartiendo, apoyando y ayudando en todo el frente del ataque. De esta forma llegó el tanto que desequilibró la balanza. Molino le puso un balón en profundidad a Borja y éste, en el mano a mano, batió a Arturo.

LA EXPULSION DE ADRIAN Unos minutos después llegaba la sentencia por parte del colegiado. Cristo le hacía una fea entrada a Cedric que podría haber interpretado el colegiado como agresión, pero se la perdonó y sólo le mostró amarilla, acción que el público recriminó duramente. El pato lo acabó pagando Adrián, que sustituyó a su compañero Cristo unos minutos más tarde. Duró exactamente un minuto en el campo, el tiempo que tardó en hacerle una falta a Molino. El trencilla le sacó la roja y se volvió a los vestuarios sin ni siquiera haber sudado la camiseta.

Minutos después, José Cayado veía la segunda amarilla al tocar un balón con la mano y, casi de inmediato, llegaba el 2-0 cuando Perea le daba un pase a Molino y éste batía al meta en otro uno contra uno, elevando el balón por encima de Arturo con una sutil vaselina.

A partir de ahí, el partido volvió a la tónica de la primera parte en la que los rojiblancos dominaban sin llevar peligro a la meta contraria. Unos minutos en los que los colchoneros llegaron a jugar hasta con cuatro delanteros, pero sin crear gran peligro sobre la meta de Arturo, mientras que las acometidas extremeñas tampoco inquietaban en exceso a Joel. Cuando los dos equipos esperaban a que pasasen los minutos para coger el camino de las duchas, el Cerro, en un tímido ataque, botó una falta lateral para que José María lograse maquillar el resultado.