El entrenador visitante, Paco Chaparro, deseó que el Cacereño "se salve", aunque reconoció que "está bastante complicado". Del equipo local destacó que puso "mucho corazón", pero al mismo tiempo afirmó que le había visto "excesivamente alterado y nervioso y se ve que le cuesta elaborar el juego". Chaparro llegó a dar nombres como el de su jugador Jorge García, Juanma Cruz, Cantos o Nacho Garrido para abundar en su tesis de que el Cacereño "estaba mucho mejor el año pasado", incidiendo en el hecho de la importancia que supone tener un goleador como Garrido.