EEUU: Keller; Cherundolo (E. Johnson, m.46), Pope, Onyewu, Lewis; Mastroeni (J. O´Brien, m.46); Beasley, Claudio Reyna, Convey, Donovan; McBride (J. Wolff, m.77).

REPUBLICA CHECA: Cech; Grygera, Rozehnal, Ujfalusi, Jankulovski; Galasek; Poborsky (J. Polak, m.83), Rosicky, Nedved, Plasil; Koller (V. Lokvenc, m.44).

GOLES: 0-1. Min.5: Koller. 0-2. Min.36: Rosicky. 0-3. Min.76: Rosicky.

ARBITRO: Carlos Armilla (Paraguay). Mostró la cartulina amarilla a Onyewu, Rozehnal, Lokvenc, Reyna, Rosicky y Grygera.

INCIDENCIAS: Buen ambiente en la gradas, con presencia de bastantes checos.

Dos goles de un notable Tomas Rosicky, acompañado de uno previo del gigantón Jan Koller, que después se lesionaría previsiblemente de gravedad, dieron un claro triunfo a la República Checa ante una pobre selección de los Estados Unidos (0-3), que se vio superada de principio a fin por su rival.

Un conjunto checo que gustó tanto como defraudó el norteamericano, que pese a fiarse de su colonia en Europa (8 de los 11) sigue sumando por derrotas sus partidos mundialistas en tierras europeas. La República Checa, pese a vivir su primer mundial como tal y faltar en una fase final desde Italia´90, donde estuvo como Checoslovaquia, se mostró muy superior, más metido en partido y más curtido que unos Estados Unidos que no mostraron nada positivo.

Su líder y motor es Nedved, Balón de Oro europeo. Sabe estar próximo a la retirada y por eso echó más ganas que ninguno. Al final, victoria agridulce por el problema de Koller.