Febrero llega por la esquina. La competición empieza a poner a cada equipo en su sitio y los objetivos empiezan a definirse. La pelea por la permanencia, por el título o por el ‘playoff’. Un mes bonito para los amantes del fútbol. Por otro lado, también llega el sonido a carnaval. Las comparsas y chirigotas ya calientan motores para hacer las delicias del respetable. En el medio de ambas pasiones se encuentra Antonio Amarillo ‘Ñoño’, jugador del Calamonte y también guitarrista de la chirigota ‘Coco-Chanel’, que participará en el Carnaval Romano.

«Intento organizarme con mi grupo, para que no me coincidan los ensayos con los entrenamientos, y ellos ponen mucho de su parte para que eso no suceda», explica Ñoño, mientras desenfunda su guitarra para la fotografía. El lateral calamonteño es chirigotero, es la sonrisa del club. «Desde pequeño me ha gustado el carnaval, siempre he estado ligado a esta fiesta y la verdad que disfruto mucho cuando llega el mes de febrero», confiesa el futbolista, que subirá a las tablas del Palacio de Congresos de Mérida el próximo 4 de febrero.

Ambos elementos, por raro que parezca, tienen similitudes. «Aunque parezca increíble, tanto el carnaval como el fútbol son parecidos. Si los ensayos son buenos, la actuación saldrá bien. Si los entrenamientos se aprovechan y son buenos, los partidos también saldrán bordados», compara Ñoño. Dos pasiones con un mismo lema. «Tanto en el carnaval como en los partidos siempre intento dar lo mejor de mí», asegura uno de los jugadores más valorados por la parroquia blanca por su irreprochable entrega.

Ñoño subirá a las tablas del Palacio de Congresos de Mérida el 4 de febrero, y reconoce que los nervios ya están aflorando. «Sinceramente, me pongo más nervioso en una actuación que en un partido de fútbol. Será que llevo jugando desde los cuatro años y estoy tan acostumbrado a esas sensaciones, que no me tiembla la pierna sea contra el equipo que sea. Ahora, cuando se abren las cortinas me tiembla hasta el alma», confiesa.

Cinco años

A pesar de su juventud (23 años), Ñoño afronta su quinta temporada con el primer equipo de la ciudad amiga. Lo lleva en la sangre. Su hermano, Eusebio Amarillo, también defendió la elástica blanca, cuando el club blanco se encontraba en Regional Preferente. «Siempre he tenido a mi hermano como un espejo donde mirarme, tanto en el fútbol como en el carnaval. Recuerdo que todos los domingos venía a verle jugar y también lo he visto siempre ligado a la fiesta de febrero», rememora Ñoño.

Ñoño defenderá el repertorio de ‘Coco-Chanel’, una agrupación calamonteña que participará por primera vez en el Carnaval Romano. «Hemos formado un buen grupito, somos como una familia. Vamos con muchísimo respeto a Mérida, que para mí gusto tiene el mejor concurso de carnaval de Extremadura. Ojalá que todo el trabajo realizado dé sus frutos, y que guste al público, que es lo más importante», añade.

Ñoño también analiza la situación del Calamonte. «Nos costó arrancar, pero ahora la dinámica es positiva. Estamos octavos y podremos escalar algún puesto más. Si tengo que comparar al equipo con algún autor del carnaval gaditano, lo haría con Juan Carlos Aragón. Escribe siempre con su estilo, guste o no guste. El Calamonte siempre juega de la misma forma, sea el rival que sea, y nunca lo vamos a cambiar porque es lo que nos divierte a nosotros», detalla el chirigotero-futbolista.