El ciclista noruego Thor Hushovd exhibirá durante el 2011 el maillot arco-iris al convertirse en el primer campeón de un Mundial de ciclismo celebrado en las Antípodas. En las carreteras australianas, donde se ha probado por primera vez correr sin los pinganillos, circunstancia que luego ha resultado la clave de la prueba, Óscar Freire se ha quedado sin la gloria de convertirse en el primer ciclista que conseguía cuatro títulos mundiales. Se ha tenido que conformar con la sexta plaza en el esprint final que ha decidido el vencedor.

El danés Matti Breschel (plata) y el australiano Allan Davis (bronce) han acompañado a Hushovd en el podio. Philippe Gilbert, el líder de Bélgica, ha evidenciado que era el corredor más fuerte del Mundial y solo la “traición” del circuito con dos fuertes repechos excesivamente lejos de la meta, le ha quitado la victoria, al igual que Cadel Evans, muy combativo, convertido en el ciclista que ha replicado cualquier ataque.

Falta de información

En la quinta de las 11 vueltas ha estado la clave del Mundial. Italia, dirigida por Paolo Bettini, había recibido la consigna de tratar de sorprender a los españoles. Freire y Samuel Sánchez han bajado a cola de pelotón y los transalpinos han fraccionado el pelotón en dos partes. Delante todos los grandes favoritos a excepción de Freire y un Cancellara sin excesivas fuerzas.

España ha tenido que sacrificar a los Sánchez, Samuel y Luisle, entre momentos de dudas al no saber reaccionar pronto ante la falta de información, provocada por la ausencia de pinganillos. Freire ha tenido que “quemar” a todos los compañeros en una persecución que ha durado cinco vueltas. Cuando ha enlazado ya estaba solo y en el esprint final no ha podido airear las fuerzas necesarias para colgarse una medalla. El próximo año el Mundial se celebrara en Copenhague.