El Extremadura rodará esta temporada con un nuevo logo en su maillot, el de Ciclismo Solidario, una asociación que han creado los corredores y técnicos del equipo segedano anteriormente denominado Spiuk para llenar el hueco dejado por el segundo patrocinador. Serán, por lo tanto, sus propios patrones, una cooperativa ciclista, a la espera, eso sí, de que llegue ese necesitado segundo espónsor.

El esfuerzo les puede salir caro a los 16 corredores, dos directores (Alfonso Rodríguez y Alfonso Rodríguez García), mecánicos (Juan Carlos Vázquez e Iván Rodríguez), los dos masajistas (José Miguel García y Jorge Puyal) y el médico (Pedro Guerrero). Han avalado unos 200.000 euros que pueden perder si durante la temporada no aparece un segundo patrocinador. Marca Extremadura aporta otros 600.000.

La otra opción, no correr, era todavía más costosa, afirman desde la escuadra. Un año de inactividad para un ciclista profesional supone el fin de su carrera: "No había más remedio. Nos veíamos en el paro. Así que cuando surgió la posibilidad de asociarnos nos pusimos de acuerdo sin reuniones", explica Israel Pérez, ciclista convertido en su propio patrón.

La situación es calificada desde dentro como "inédita", pero "ilusionante". "Hemos intentado reducir los gastos al máximo, incluso nóminas en más de un 40%", detalla Alfonso Rodríguez, el director deportivo.