«En un par de semanas espero tener el alta definitiva. Después iré a Castellón de concentración y ahí se verá realmente cómo estoy, aunque parece que incluso vamos acortando los plazos». Lo dice el lanzador de martillo montijano Javier Cienfuegos mientras estudia una mañana como otra cualquiera, la de ayer, en la que la rutina manda. «Lo peor es que no puedo entrenar más ahora, pero por lo demás va todo muy bien. No tengo dolores», agrega.

El eterno plusmarquista nacional de martillo, que acaba de rubricar su renovación con el Playas de Castellón (ésta será su octava temporada en el laureado club levantino), está muy satisfecho de la evolución de su operación de una hernia discal muy especial, que tuvo lugar el pasado 7 de julio en la Clínica La Zarzuela de Madrid. En el mismo escenario, cinco meses después, espera recibir la mejor noticia en todo este tiempo en lo deportivo: tener el ok poder entrenar ya a pleno rendimiento, y no como en la actualidad, que no puede ser a tope porque hay que evitar riesgos. En lo personal prima otra buena nueva: este pasado verano celebró su boda.

Su gran objetivo de esta temporada es el Europeo de Berlín, el próximo verano, pero cabe la posibilidad, si todo marcha como se prevé, que al menos se prueba en el Campeonato de España de lanzamientos, para el que puede repetir Montijo, previsiblemente en el mes de febrero. Él es, en realidad, el principal escaparate del nacional y el propio lanzador desea estar, evidentemente, al ejercer de anfitrión y alardear de vecinos y pueblo.

Cada tres semanas se traslada a Madrid, donde se prueba con el jefe de Fisioterapia de la Federación Española de Atletismo, Ángel Basa. «Me dice que todo va bien». Y él lo corrobora: «estoy con el 50-55 por ciento de pesas y multilanzamiento».

Con él su entrenador, Antonio Fuentes, que sigue siendo el que más cree en él. También destaca que la Federación Extremeña de Atletismo esté muy pendiente de él.