Casi la una de la madrugada del domingo en Cuatro Calzadas, muy cerca de Salamanca. La expedición del Cáceres 2016, por lo general taciturna, toma un tentempié, intentando deglutir también la frustrante doble derrota de Burgos. El primer playoff de ascenso a la ACB se ha puesto cuesta arriba, pero hay motivos para la esperanza. Por lo menos, cinco.

1.- Si se ha jugado tan mal y ha habido opciones, a poco que se mejore...

Comentario mayoritario entre los cacereños que estuvieron en El Plantío, donde se vio a un Cáceres 2016 capitidisminuido, acomplejado por un ambiente con más ruido que agresividad. El Ford Burgos supo aprovecharse de cada error visitante, sin piedad de ningún tipo, pero no siempre va a tener un acierto tan grande en el tiro exterior ni, previsiblemente, sus pívots, siendo de menor talla, van a someter tan descaradamente a Drew Naymick, Kaspars Berzins y Shawn Taggart, centro de todas las miradas críticas.

Gustavo Aranzana únicamente tiene que dar con la tecla para que sus chicos salgan más enchufados y no verse siempre por detrás en el marcador, como ha ocurrido en los 80 minutos. Esa ansiedad se terminó pagando con creces.

2.- El factor público: el Multiusos debe rugir como en los grandes días

Algunos responsables burgaleses estaban impresionados de la animación que se generó. "Aquí la gente es más bien fría", reconocían, con la satisfacción del trabajo bien hecho en cuanto a promoción de los partidos. Ahora le toca al Cáceres y a los cacereños estar a esa altura, conocedores todos de que como mínimo hay que equilibrar la balanza ganando mañana y el viernes y provocando un impredecible quinto encuentro en El Plantío.

La afición del Multiusos ya ha demostrado otras veces su capacidad para generar decibelios que intimiden a rivales y árbitros. Es también su playoff .

3.- La previsión de que el arbitraje será también ´cómodo´ para el local

Quien diga que el Cáceres va 2-0 por los árbitros miente. En el equipo se reconocen errores, y hubo demasiados como para imponerse en una cita tan vital. Lo único que hubo en Burgos fueron decisiones de playoff : favorecer al de casa en los balones dudosos, más permisividad con una defensa que con otra, compensar cuando el partido parece que se puede romper... Muchos piensan que eso se repetirá ahora... al contrario. Los extremeños también deben evitar obsesionarse con la pareja arbitral --Morales y Santana mañana--: si desarrollan su juego con más regularidad, todo fluirá.

4.- Con jugadores muy experimentados en jugar eliminatorias al límite

A Francis Sánchez, Lucio Angulo, Carlos Cherry o Perico Sala nada de esto le cae de nuevas . Ellos y un Xavi Forcada cada vez más emergente demostraron carácter cuando los dos partidos se pusieron difíciles y solamente el esprint final burgalés decidió. Aranzana no ha perdido la fe en los suyos, aunque es obvio que le está decepcionando la ingenuidad de los pívots.

5.- Doble precedente estadístico de equipos que han remontado un 2-0

Evidentemente, no es lo normal, pero en la LEB Oro el caso de un equipo que ha levantado un tanteo tan desfavorable se ha producido dos veces. En la temporada 98-99, Los Barrios perdió los dos primeros encuentros en casa frente al Abeconsa Ferrol, pero luego, con coraje, se impuso en los dos siguientes en Galicia y ya no perdonó en el quinto de nuevo en su pabellón.

Y en la 2002-03, el Bilbao se situó 2-0 ante el León, que respondió asegurando los dos choques ante su público y luego sorprendiendo en el quinto a domicilio. Es decir, la hoja de ruta con la que sueña --todavía-- el Cáceres 2016.