Dos mil cien socios del Real Madrid están convocados hoy a la Asamblea General Ordinaria del club, en donde la junta directiva pedirá la aprobación de las cuentas del ejercicio 2007-08 y el presupuesto para la próxima campaña, en el momento más delicado del mandato de su presidente, Ramón Calderón.

La directiva, que se examinará ante los socios por tercera vez desde las elecciones de 2006, ahora en una asamblea renovada, espera sacar adelante unas cuentas que cierran el ejercicio anterior con unos ingresos de 366 millones de euros y un beneficio total de 51 millones antes de impuestos, superior a lo presupuestado.

El vicepresidente económico José Ignacio Rivero defenderá que el crecimiento de ingresos y la contención del gasto permiten un resultado de explotación antes de amortizaciones de 96 millones de euros, lo que representa una rentabilidad del 26% sobre ingresos.

DATOS El presupuesto para 2008-2009 contempla unos ingresos de 400 millones de euros y un beneficio de 53 millones antes de impuestos, lo que "representa una mejora significativa en términos de crecimiento, eficiencia, rentabilidad y beneficio con respecto al ejercicio anterior". Antes de la cita de hoy, Rivero ha detallado que el Madrid no tiene deuda bancaria; dispone de 85 millones de tesorería y tiene una deuda de 199 millones que podría cancelar en dos años.

Mientras la directiva insiste en que "el club tiene una situación patrimonial sólida", argumentos avalados estos días por expertos como el catedrático de Economía Juan Velarde o el ex director de la Agencia Tributaria Ignacio Ruiz-Jarabo, el grupo opositor "Plataforma Blanca" pedirá el "no" a unos datos que califica de "maquillados".

El presidente de la plataforma, Eugenio Martínez Bravo, que ya ha anunciado su intención de concurrir a las próximas elecciones, expondrá su rechazo a las cuentas, como "moción de censura implícita al presidente", ya que esconden, según él, una deuda de 511 millones de euros.

Tras cuestionar que desde la junta directiva se haya movilizado a compromisarios "con viaje, alojamiento en Madrid y entradas gratis para el partido ante el Sevilla", Martínez Bravo pedirá que las votaciones no se hagan a mano alzada sino con urna.

Una deuda histórica de 511 millones de euros, un saldo negativo de 122 millones, el crecimiento de ingresos (4%) menor de los últimos 10 años, un aumento del gasto del 9% y un beneficio neto de 35 millones y no 51, serán, entre otros, los reproches de Martínez Bravo a una gestión que en su opinión representa un modelo agotado ya. Aunque los siete puntos del orden del día solo contemplan la votación de las cuentas, la situación deportiva y social del club a buen seguro será objeto de debate. El cuarto puesto en la clasificación liguera, la eliminación de la Copa del Rey ante el Real Madrid y la marcha de Míchel del club con acusaciones a Calderón de despreciar la cantera, saldrán sin duda a la luz en el turno de ruegos y preguntas.

La Asamblea, que no apoyó el pasado mayo la propuesta para modificar los estatutos y con ello el sistema del voto por correo, será una nueva reválida para la directiva, que espera no sufrir el mismo rechazo que Ramón Mendoza en 1995 y que provocó su relevo por Lorenzo Sanz.