En él se dan dos circunstancias especiales: jugó en el Plasencia hace una década, cuando era una gran promesa, y puede presumir de ser el único componente de las plantillas profesionales de los dos equipos que ha nacido en Extremadura. Es un progreso: en los derbis de hace un año no había ninguno. Polivalente y con excelentes detalles técnicos, se ha adaptado al papel de ´sexto hombre´ que le ha conferido Bohigas.