Deco acaba los partidos con más de 11 kilómetros acumulados en sus piernas y casi 3 kilos menos de peso. Pero nadie lo ha visto exhausto. Está acostumbrado. A lo que no estaba acostumbrado el Camp Nou en los últimos años es a ver un jugador así. Un tipo que reúne sacrificio, clase y talento. No le importa asumir un rol secundario en el Bar§a, pese a ser elegido este pasado verano como el mejor centrocampista de Europa por la UEFA.