Aumenta la tensión en Madrid y Barcelona. Los jugadores empezaron ayer a tirarse dardos para calentar, consciente o inconscientemente, el partido de mañana en el Camp Nou. "Quiero marcarle 10 o 20 goles al Barça", aseguró el madridista Cristiano Ronaldo; mientras, el culé Dani Alves dijo que prefiere "un gran equipo a depender de un solo jugador", en clara referencia a la dependencia blanca de su estrella portuguesa.

Pero Cristiano descartó rotundamente que su equipo haya sufrido Cristiano-dependencia en los dos meses en los que ha estado de baja, porque aseguró que el equipo está primero en Liga y Champions. Además, se mostró motivado ante un recibimiento hostil de la afición del Barcelona. "Ser recibido de una forma mala para mí es normal. Después del Mundial 2006 me pasó en todos los estadios de Inglaterra y fue el mejor jugador del campeonato. No me va a influir, no estoy nada preocupado", reconoció el luso.

En Barcelona, Alves fue insistentemente interrogado sobre Cristiano. "Se están agarrando mucho a él", indicó, a la vez que reconoció que el 9 blanco es "un gran jugador y muy importante", aunque sobre eso el brasileño destacó el juego coral del Barcelona. Aseguró también que "nunca" se cambiaría por el Madrid pese a que el conjunto de Pellegrini tiene el liderato del campeonato. "Nuestro equipo es mucho más que el momento que pueda vivir el Madrid", insistió.

DUELO DE ESTILOS La puesta en escena de un nuevo clásico, del primer duelo grande del curso, advierte la pugna, también, de dos estilos, de dos formas de contemplar el juego, el espíritu y la estrategia, implantada por técnicos engrandecidos por su reputación: Guardiola y Pellegrini.

En apenas un año ha dado la sensación de que el preparador de catalán ha dotado de aires nuevos al fútbol. Respaldado por un currículo de excepción iluminado en un solo curso, cortó de raíz las penurias que acumulaba la entidad azulgrana, a rebufo del Real Madrid, y asumió la responsabilidad de licenciar a parte de las vacas sagradas que prolongaban sin fruto su trayectoria en el Barcelona.

Guardiola ha trasladado a la pizarra el talento que evidenció como jugador. Símbolo y referencia futbolística del Barcelona sobre el campo, el actual preparador destacó por su excepcional visión de juego y por la precisión en el golpeo del balón. Dotes que acopló a su carisma y marcada personalidad que le convirtieron en el líder y el director de su equipo en el terreno de juego, una proyección en el campo de su entrenador.

El Madrid contempló al chileno Manuel Pellegrini como el antídoto al entrenador azulgrana. Como su Guardiola particular. Apuesta firme de Jorge Valdano, el sudamericano fue el elegido en el nuevo proyecto de Florentino Pérez al mando de la nave blanca. Otro amante del fútbol. Un hombre serio. Un estudioso. Metódico. Que llevó al Villarreal a lo más alto de su historia. Con su propio estilo. Con buen juego. "Mi desafío es lograr la excelencia", dijo cuando fue presentado como responsable del equipo. Pero está muy lejos de lograrlo y conseguir una buena imagen en el duelo de mañana puede ser fundamental para él.

SIN RIESGOS CON MESSI En el Barça mantienen la duda de dos de sus mejores jugadores, Messi e Ibrahimovic. Ninguno de los dos sabe si jugará mañana ante el Madrid. En el caso de Leo, Guardiola no quiere correr riesgo alguno, teniendo en cuenta el historial de lesiones musculares del argentino. Si fuera por el futbolista, no habría dudas. Mañana estaría sobre el césped, peleándose con Arbeloa, pero el técnico está siendo muy cuidadoso. Mucho. Tanto que llegó a prescindir de Messi en el choque con el Inter porque ese percance muscular que padeció en Bilbao lo colocaba en una situación muy complicada. Hoy, una semana después de su lesión en San Mamés, Guardiola piensa igual, consciente de que en el clásico no se acaba el mundo.

"Claro que podemos ganar sin Messi. Lo que está claro es que hemos de confiar en la decisión de Guardiola", recordó ayer Txiki Begiristain, el secretario técnico, insinuando que será difícil tenerlo. "El objetivo del club es Kiev y después Abu Dabi", añadió después.

De momento, tanto Messi como Ibrahimovic han empezado a tocar balón iniciando la última fase de su recuperación. Pero no han trabajado, por ahora, con el grupo. Tal vez hoy.