El nuevo entrenador del Espanyol, Javier Clemente, dijo ayer que llega a su nuevo club con los ánimos "a tope" y que si no pensara que se van a salvar "no habría venido".

Clemente, que coge al equipo blanquiazul como penúltimo clasificado de la Liga y separado cinco puntos de la zona de salvación, hizo unas breves declaraciones este mediodía, poco antes de dirigir por primera vez un entrenamiento del equipo, tras lo que será presentado por el club en rueda de prensa.

El ex seleccionador español, que ya había dirigido en dos etapas anteriores al equipo blanquiazul (de 1986 a 1989 y durante unos partidos en los que salvó al equipo del descenso en la campaña 1991-92), consideró que para mantener al equipo en Primera habrá que "luchar mucho", ya que la situación es "dura y difícil".

El técnico vasco aseguró que viene al Espanyol "con la máxima ilusión", ya que afrontará un nuevo debut y se considera "un entrenador muy joven", pese a que cuenta ya con 25 años de experiencia en los banquillos.

Preguntado sobre si habría preferido empezar a entrenar al equipo partiendo de cero en lugar de en su delicada situación actual, Clemente subrayó que eso es "hablar de hipótesis", algo que no desea hacer.

Lo primero que hizo Clemente fue mantener una larga reunión con los jugadores, que se prolongó por espacio de casi dos horas.