Una preocupación planea sobre todo Ferrari: el coche. Y el coche tiene un problema: consume demasiada gasolina. El motor Mercedes, que equipa a los coches de Michael Schumacher, Jenson Button y Lewis Hamilton, consume menos que el Ferrari. Y aún traga menos gasolina el Renault de Red Bull y Sebastian Vettel. "El consumo este año tendrá una importancia capital", reconoce Stefano Domenicali, director de Ferrari. El exceso de peso (los Ferrari pesarán 10 kilos más que los Mercedes en la salida) no solo afecta a la relacion peso/potencia "sino que incide en el desgaste de los neumáticos y de los frenos". Diez kilos mas de combustible suponen alrededor de tres décimas por vuelta. Y peor aún, los neumáticos de 2010 son mas estrechos por reglamento, sufrirán mas con cada kilo extra. Ferrari y Shell, su marca de gasolina, trabajan denodadamente para reducir el consumo. "Y lo están logrando", dijo ayer Alonso, casi en silencio.