Aunque parezca imposible, hay algo más eléctrico que el tono de las camisetas naranja que viste Holanda, y es la silla donde se sienta Dick Advocaat. No habrá más culpable que él, y sólo él, si la selección vuelve a casa eliminada en la primera fase, aunque no depende hoy de sí misma. Necesita ganar a Letonia (20.45 h.) en Braga y que Alemania empate o pierda ante una República Checa repleta de suplentes.

Y ante las negras perspectivas que existen para entrar en los cuartos, Holanda se encamina hacia una catarsis histórica, con la marcha del técnico y de media docena de jugadores.

La polémica sustitución de Robben por Bosvelt, decidida por Advocaat cuando Holanda estaba ganando a la República Checa, ha pesado más que el acierto que pudo tener al corregir la táctica en el descanso frente a Alemania o la valiente apuesta con tres delanteros que diseñó ante los centroeuropeos. La opinión pública ha convertido al seleccionador en un ser grotesco y en su país es el blanco de todas las bromas y chistes de las páginas web.

Desvío de atenciones

Ese estado de opinión se ha visto alimentado por las críticas de los analistas que, amparados aún en los bellos recuerdos del pasado y sin pensar, tal vez, en la sobrevaloración que tienen los actuales componentes de la selección, apuntan sus dedos hacia Advocaat. Johan Cruyff y Louis van Gaal, con escasa o nula autoridad --el primero nunca quiso echar una mano al equipo nacional, y el segundo fracasó estrepitosamente al no clasificarlo para el Mundial-- han ayudado a dirigir los fusiles hacia su colega.

El mandato de Advocaat, si esta noche se consuma la eliminación, será tan efímero como el primero: dos años. El final será mucho peor. Hace 10 años, Holanda sucumbió ante Brasil en EEUU. Ahora, habrá escrito el epílogo ante Letonia.

Con Advocaat se irán varios jugadores, los más veteranos. Stam, Frank de Boer y Overmars se despedirán de la selección. A ellos podrían unirse Cocu, Bosvelt y Van Hooijdonk, sin fuerzas ni ánimo para seguir hasta el 2006. Pero mientras no se consuma el desastre --Holanda sólo cayó en la primera fase en 1980--, alimentan sus esperanzas en la ilógica del fútbol. Cocu dijo comprender que la República Checa, mirando por sus intereses, alinee a los suplentes. Van Bronckhorst cree en el milagro. "Los suplentes saldrán más motivados para tener oportunidades en los próximos partidos".

Holanda presentará el mismo equipo que frente a Chequia, con la novedad de Reiziger, que sustituirá al sancionado Heitinga. Podría aventurarse, por el precedente, que a Robben no le suplirá Bosvelt.