«Ya sabemos cómo funciona esto», proclamó Gerard Piqué, el central del Barcelona, todavía en San Mamés cuando estaba a punto de abandonar Bilbao. Lo que no sabía entonces el azulgrana es que el Comité Técnico de Árbitros le iba a investigar por esas palabras. Se marchó indignado por «dos penaltis claros» que no pitó el colegiado andaluz Fernando Borbalán y ahora, en cambio, los indignados son los árbitros. «Queremos jugar al fútbol y no a la ruleta, que es lo que provocan estos arbitrajes. Esperamos que suban su nivel», reclamó Piqué, desconociendo que esa ruleta le puede afectar ahora porque el colectivo arbitral, según informó la Cadena Cope, se reunirá este lunes para investigar a Piqué.

Anda acostumbrado el central a situaciones de este tipo porque en marzo del 2013, justo después de un clásico contra el Madrid, reclamó un penalti de Sergio Ramos a Adriano haciendo el gesto de las esposas. Eso le costó otra investigación del Comité de Árbitros porque Piqué no solo hizo ese gesto sino que después lo argumentó con palabras. «Sabemos que cuando venimos aquí al Bernabéu tenemos que ser infinitamente mejor que ellos porque si el partido es igualado entra el árbitro». El árbitro era entonces Pérez Lasa; ahora fue Fernández Borbalán. Pasan los años, pero todo, según Piqué, continúa igual.

Zidane, en cambio, no está para esos asuntos. «Ni lo miro ni quiero entrar en este debate», proclamó el técnico del Madrid, esquivando cualquier arista polémica. «Es siempre lo mismo, lo de los árbitros no voy a comentarlo. Es muy difícil su labor», recalcó.