Pocas veces puede apreciarse algo como lo que está sucediendo en la Liga LEB 2003-04. Cuando ya ha transcurrido casi dos tercios de la competición la clasificación sigue sumamente apretada y sólo ocho victorias separan al hasta ahora mejor equipo, el Plasencia, con el peor, el Aracena. Uno de los grandes tópicos del deporte, ese que reza que cualquiera puede ganarle a cualquiera , se cumple aquí en sus más extremas proporciones.

La liga está escalonada, pero no demasiado. La prueba es que Plasencia, CAI y Bilbao, que empezaban la jornada como los tres primeros, perdieron en sus encuentros. En medio de esta indefinición, el Menorca se ha colado con astucia y ya es segundo. En un segundo plano está una amplísima clase media entre la que se incluye el renacido Cáceres, cuyas oposiciones a entrar en las eliminatorias por el ascenso --algo que tiene asegurado el Plasencia-- se fortalecen.

La próxima parada para los extremeños será el sábado. Los verdinegros visitan la cancha del otro descendido la temporada pasada desde la ACB, el Granada (18.30 horas), que viene de perder en la cancha del Drac Inca. Mientras, los placentinos reciben a un Tarragona que intenta huir de la zona más caliente (18.00 horas). Apreciese que el Aracena, que parecía condenado a la única plaza de descenso directo hace algunas semanas, se está reflotando desde la llegada de Derell Washington. Ya sólo está a una victoria del dubitativo cuarteto formado por Algeciras, Ourense, Huelva y el propio Tarrragona.