El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol decidirá mañana, 10 de octubre, la fecha y lugar en que deberán disputarse los ocho minutos que restan para finalizar el partido entre el Castellón y el Valencia antes de su suspensión. Se espera una dura sanción y el estadio Castalia podría ser cerrado de cuatro a doce partidos.

Este encuentro de treintadosavos tuvo que ser suspendido ayer en el estadio de Castalia, cuando el árbitro, Jesús Téllez Sánchez, resultó herido tras pitar un penalti a favor de los visitantes y recibir el impacto de un teléfono móvil lanzado desde la grada.

El fallo del Comité de Competición tendrá en cuenta la modificación de la normativa aprobada por la asamblea de la RFEF, que afecta varios artículos de los estatutos federativos. La novedad más importante es la que se refiere a la clausura de los estadios, recogida en el artículo 109, cuando en ellos "se altere el orden, se ponga en peligro la integridad física de árbitros, jugadores, técnicos o público, se causen daños materiales o lesiones, se produzca la invasión del terreno de juego o se perturbe notoriamente el normal desarrollo del encuentro".

SONROJO

Antonio Bonet, presidente del consejo de administración del Castellón, condenó los incidentes. Según dijo, su club "rechaza y condena firmemente cualquier acto de violencia en un recinto deportivo".

Para Bonet, el partido estaba catalogado de "alto riesgo" por lo que se tomaron todas las medidas oportunas para que se desarrollará con total normalidad.

"Se aumentaron los efectivos policiales como el servicio de seguridad habitual en Castalia, casi 100 personas se encargaban de la vigilancia del campo", señaló el presidente, muy afectado por lo sucedido en las últimas horas.

Antonio Bonet insistió en que la afición del Castellón no se ve representada por los actos de unos pocos. "No trato de justificar nada, pero la afición del Castellón no es lo que se vio con el lanzamiento de la batería", apuntó.