Pocas veces se ha podido ver en Cáceres durante los últimos años a un jugador tan competitivo como Derell Lacero Washington (Fort Knox, Kentucky, 24-7-71), tan insaciable por ganar, tan ansioso por gustar. Su debut ante su público, el viernes ante el Tarragona, transmitió algo que a la sufrida hinchada verdinegra parecía habérsele olvidado: espectáculo mezclado con compromiso, magia con entrega.

Washington escribió la primera página para convertirse de todas todas en el nuevo héroe local, la muestra de que profesionales del baloncesto también pueden jugar bajo el techo del multiusos en el mejor momento de su carrera y no en el declive.

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Curiosamente, este momento le llega después de que fuese Extremadura el primer lugar que conociese fuera de EEUU, hace casi diez años. Fichó por el Doncel cuando era un imberbe que tendía más a tirarlo todo que a colaborar para que el equipo ganase. Los años le han hecho mejor, más completo, tras el clásico y variopinto eterno viaje del baloncestista: Pineda, Melilla y CAI Zaragoza (LEB), Estudiantes Bahía Blanca (Argentina), Regatas Lima (Perú), Adecco Estudiantes (ACB), Trieste y Osimo (Italia), Lugano (Suiza)...

Problemas físicos le impidieron jugar en pretemporada y las dos primeras jornadas, pero ha vuelto con fuerza: 19 puntos en dos encuentros y, sobre todo, una poderosa influencia sobre el juego.