La Feria Taurino Ecuestre abrió ayer con diferentes certámenes, pero destacó por su espectacularidad el concurso de cortes. 30 salteadores de toda España --ninguno de Salamanca-- se dieron cita en la plaza de toros del recinto ferial de la carretera de Ciudad Rodrigo. A la una de la tarde, y a pleno sol, se llevó a cabo la semifinal con la salida de tres novillos. Ya por la tarde, se desarrolló la final y la gran final. El ganador fue el zamorano Mario Hernández.

El presidente del jurado, Eduardo López, destacó el buen nivel de los participantes, aunque echó de menos a salteadores de la tierra, pero explicó que en Salamanca "hay más tradición por el capote".

El público asistente aplaudió la valentía y la agilidad de los jóvenes, y cada pirueta la correspondieron con aplausos.

Otro de los puntos fuertes de la jornada de ayer fue el concurso morfológico de caballos, en el que las yeguadas salmantinas rivalizaron con las extremeñas. La calidad de los ejemplares presentados depuró las clasificaciones por lo que se consiguieron resultados ajustados.

En cuanto al concurso hípico, se alzó con el premio el salmantino José Brufau y su caballo Terrones , que obtuvo cero puntos en 56 segundos con 92 milésimas.

Por otra parte, los aficionados al mundo del toro tienen su propio espacio en esta feria, ya que pueden disfrutar con un mini museo taurino y con clases de los alumnos de la Escuela de Tauromaquia en una pequeña plaza portátil. El pabellón central acoge un estand en el que los organizadores del Museo Taurino de Salamanca han querido dar a conocer el fin y el contenido de esta exposición permanente. El visitante puede ver un busto y un traje de El Niño de la Capea, carteles de El Viti, un traje de José Luis Ramos, otro de Miguel Angel Sánchez... Además, de fotografías de Enrique Ponce y de El Juli, que cuentan con peñas en Salamanca.