Lituania, como en tantos otros campeonatos, marcará la frontera para selección española en Polonia. Pero, en esta ocasión, tanto para España como la selección báltica, el triunfo en el partido de esta tarde (15.45 h. La Sexta) se ha convertido en una cuestión de supervivencia. La selección necesita ganar hoy o dentro de dos días frente al anfitrión, Polonia, si no quiere salir por la puerta de atrás del torneo. Y Lituania, con 0-3 en la clasificación, tampoco puede permitirse más fallos.

Para el equipo de Sergio Scariolo, además, no existiría mejor terapia, metido como está una crisis de identidad. A estas alturas del Eurobásquet, todos en la Federación confiaban en hacer cábalas ya sobre los cruces de cuartos. Y, en cambio, todo lo que rodea ahora a España está envuelto en la incertidumbre. ¿Podrá el equipo recuperar su nivel competitivo ¿Logrará alguna de sus estrellas dar un paso adelante?

Corren tiempos de crisis y es el momento de cerrar filas. Eso, al menos, es lo que intentaron ayer los responsables de la selección con una puesta en escena --presidente, seleccionador y capitán, codo con codo-- que quiso transmitir unidad y en la que se elevó a la categoría de anecdótica la salida de tono de Marc Gasol de unas horas antes, tras la derrota frente a Turquía.

DISCURSO POSITIVO "Es un momento difícil y complicado, pero no definitivo. Aún podemos estar en los cruces", vino a decir el presidente José Luis Sáez, para dar su "apoyo absoluto y confianza" a Scariolo y los jugadores. "Tanto el trabajo como el compromiso están fuera de dudas", afirmó. "No tengo dudas de que si conseguimos mejorar nuestro juego, no hay equipo al que no podamos ganar", señaló el técnico de Brescia. E igual de claro fue Juan Carlos Navarro: "Sabemos que no estamos jugando bien, pero aún estamos vivos. Tenemos que jugar con más chispa. Creo que nos merecemos el beneficio de la duda y que nos den ese margen de confianza porque nos lo hemos ganado", pidió el capitán.

En las últimas horas, la actividad en el hotel de concentración de la selección ha sido frenética. Scariolo se ha reunido con sus jugadores para reforzarles anímicamente. Y también los jugadores se han reunido por su cuenta, conjurándose para salir de una situación que el propio técnico español reconoció que es difícil. "Espero haberles dado argumentos de que tenemos el camino abierto aún, pero más que el mensaje del entrenador, es lo que ellos puedan percibir", valoró.

Scariolo restó trascendencia a los comentarios de Pau y Marc Gasol tras el partido de Turquía. "Ambos me han dado una explicación de que sus opiniones nada tienen que ver con la decisión técnica tomada", recalcó el preparador italiano, que considera que estos incidentes pueden dar una imagen equivocada de falta de comunicación o de confianza dentro del equipo. "En ningún momento he recibido una muestra de duda por parte de los jugadores. Yo puedo dar mis sensaciones, aunque la pregunta no es para mí. Eso son los hechos y luego están los rumores, pero no podemos ir detrás de ellos", añadió.

Después, el seleccionador español se ratificó sobre la decisión tomada en los últimos segundos contra Turquía de que se la jugara Sergio Llull y añadió que los fallos y la presión "han cargado la mochila" del equipo. "Hemos malinterpretado la carga de presión excesiva. Ibamos al campeonato con más chispa, desinhibidos, pero cuando ha empezado la hemos cargado de presión es y más difícil jugársela".