No faltó la polémica en la fase final del Campeonato de Extremadura de minibasket, disputada en la Ciudad Deportiva de Cáceres. En su categoría masculina, la denuncia que realizó el San Antonio-Cáceres de una supuesta alineación indebida por parte del ADC en la semifinal que enfrentó a ambos impidió que se disputase posteriormente la final. Ahora tendrá que decidir el juez de Competición de la Federación Extremeña.

El ADC había ganado con holgura el partido (78-63), pero su oponente reclamó que dos de los jugadores del vencedor no habían cumplido la norma de disputar al menos dos de los seis periodos. El ADC mostró su sorpresa y lo achacó a un error que se había producido en el acta por parte de la mesa, ya que asegura que cumplió escrupulosamente con las rotaciones obligatorias.

Sí tuvo una feliz resolución el campeonato femenino. El Vedruna superó al ADC Al-Qazeres en la primera semifinal (43-42), mientras que en la segunda el Miralvalle cerró acta ante el Guadalupe (71-20). Las placentinas harían lo mismo en la gran final ante el Vedruna, ante el que volvieron a mostrarse muy superiores (72-21).

El presidente de la Federación Extremeña de Baloncesto, Martín Fariñas, estuvo presente en la entrega de trofeos.