El entierro de Javier Vicho Chiky , el joven futbolista del Sanvicenteño fallecido el domingo en accidente de tráfico, se desarrolló ayer en Valencia de Alcántara, su localidad natal, entre profundas muestras de dolor de familiares, amigos y personas relacionadas con el deporte.

Vicho, de 18 años, fue enterrado en el cementerio de la localidad cuando todavía el impacto por su desaparición no ha desaparecido en el fútbol extremeño. A nivel familiar, su muerte es especialmente devastadora para sus padres, que ya perdieron a otro de sus hijos hace unos años en dramáticas circunstancias, cuando, siendo un niño, se disparó de forma accidental un arma de fuego.

En el Sanvicenteño, cuya directiva asistió al sepelio aún en estado de shock --unas horas antes el encuentro frente al Hernán Cortés había tenido que ser aplazado--, no dejaron de llegar ayer durante todo el día numerosas muestras de condolencia. Incluso el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, lo mencionó en su discurso dentro de los actos del Día de Extremadura el domingo por la noche.

El presidente del Sanvicenteño, Francisco Marqués, expresó ayer gratitud que siente la entidad --directiva, jugadores y cuerpo técnico-- en unos momentos tan complicados. "Estamos muy agradecidos por todas las muestras de ánimo que hemos recibido", dijo. Chiki será homenajeado ante el Badajoz el domingo.