Alberto Contador, del Astana, dio un paso decisivo en la Vuelta al imponerse con autoridad y maestría en la etapa reina, disputada entre San Vicente de la Barquera y el Alto del Angliru, el Olimpo del ciclismo español, donde el maillot oro fue a parar al dios de los escaladores, ya a un paso de poner su nombre en la lista de ilustres que han ganado las tres grandes por etapas.

Contador, de 25 años, sentó cátedra en la pared asturiana. Demostró su condición de mejor escalador del mundo con una subida trepidante que nadie pudo aguantar. Entró disparando, señalándose el pecho tras su heroicidad, en solitario, con un tiempo de 5h.52.34. Alejandro Valverde (Caisse D´Epargne), herido en su orgullo, entró segundo a 43 segundos y tercero fue su compañero Joaquín Purito Rodríguez, a 57. A continuación cruzaron Levi Leipheimer a 1.04 y Carlos Sastre a 1.29, rendido ante el poderío del madrileño.

Contador se vistió de oro en la mítica cima del Angliru, donde los ganadores, como lo fueron antes Chaba Jiménez, Gilberto Simoni y Roberto Heras, se abren un hueco en la leyenda del ciclismo español. Y tomó impulso para poner su nombre junto al de Anquetil, Hinault, Merckx y Gimondi, los héroes que han ganado Tour, Giro y Vuelta.

"La Vuelta no está ganada hasta Madrid", dijo, prudente el ciclista de Pinto con ascencia extremeña en Barcarrota, un corredor que debutó con victoria en el Tour 2007, que triunfó en su estreno en el Giro 2008 y que lleva idéntico camino en su puesta de largo en la Vuelta a España. Impresionante.

DESTINO Su hazaña tuvo lugar en Asturias, donde esquivó la muerte en el 2004 cuando sufrió una caída por un cavernoma cerebral en Infiesto. Remontó el puerto de la vida y ahora a 60 kilómetros de aquel accidente, firmó una victoria inolvidable.

El líder del Astana ya está de oro líder, con su compañero Leipheimer a continuación a 1.07 minutos y Carlos Sastre a 3.01. El vencedor del Tour 2008 llegó tocado y casi hundido. "No tuve alegría sobre la bicicleta", dijo. Ezequiel Mosquera (Xacobeo) es cuarto a 4.19 y Alejandro Valverde quinto a 4.40. Diferencias apreciables, casi insalvables.

Una etapa Tour que nació a nivel del mar y desembocó a un paso del cielo, donde los pulmones echan de menos un poco más de oxigeno. Los altos del Ortigueiro (3a) y los de Arnicio y La Colladona, ambos de primera categoría, abrieron el apetito del pelotón, que anduvo entretenido en la persecución de tres anónimos, el francés Kern, el holandés Tjallingi y el eslovaco Jurco. El Astana encendió la traca en el ascenso del Cordal. El primer eliminado fue el vasco Igor Antón, que se cayó y tuvo que retirarse. Después, en el Angliru el equipo kazajo mantuvo la batuta hasta que sacó la batuta Alberto Contador y fue eliminando rivales hasta quedarse solo en cabeza para coronar la cima, ganar la etapa y colocarse como líder absoluto y gran dominador de la Vuelta a España.