Una filtración a la televisión pública alemana puso en la madrugada de ayer al descubierto la investigación secreta que la Unión Ciclista Internacional (UCI) en colaboración con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) estaba realizando para determinar si la "ínfima cantidad" de clembuterol descubierta a Alberto Contador el 21 de julio, jornada de descanso del Tour en Pau, en un control antidopaje, era como consecuencia de una contaminación alimenticia al haber consumido el ciclista carne de vacuno engordada ilegalmente en el País Vasco.

El triple ganador del Tour conoció el 24 de agosto, de forma privada, que existía un "resultado adverso" en una prueba de orina analizada en el laboratorio de Colonia. La UCI pidió al corredor que hasta que no estuviera todo aclarado dejara de competir. Se trataba de una "suspensión pactada", ya que los responsables médicos de la federación internacional no se atrevieron a hablar de "positivo", ya que la cantidad de clembuterol que presentó Contador era de apenas 50 picogramos cuando se considera que deben ser al menos 2.000 los necesarios para que el clenbuterol surta efecto como anabolizante. La UCI también tenía conocimiento que esta sustancia esta en desuso y no se utiliza en ciclismo como agente dopante desde mediados de los años 80 por su fácil detección en un control rutinario.

APOYO DE LISSAVETZKY Alberto Contador, que ayer defendió su inocencia en una conferencia de prensa en Pinto, atribuye el problema a la ingestión de la mencionada carne de vacuno; en concreto, un solomillo que su amigo y organizador de la Vuelta a Castilla y León, José Luis Cerrón, compró en una carnicería de Irún cuando fue a visitarlo la localidad francesa de Pau.

"Contador es un deportista y una persona limpia", admitió ayer sin tapujos y en una clara defensa del corredor Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte y representante de la Unión Europea en el AMA. Las autoridades deportivas españolas apoyan al ciclista al entender, al igual que un considerable número de expertos y científicos, que existen razonables indicios para creer los argumentos de Contador negando el dopaje.

LA OPINION DE LOS EXPERTOS Así, el laboratorio de Colonia indicó al ciclista que la tasa de clembuterol podía ser causa de un problema alimenticio, tesis que también defendió ayer Martial Saugy, director del laboratorio de Lausana, donde el 8 de septiembre se efectuó el contraanálisis, que confirmó el agente dopante.

Asimismo, un experto holandés corroboró que los días 19 y 20 de julio no hubo ninguna incidencia en la orina de Contador, mientras que el 21 se originó el problema. Al día siguiente la tasa de clenbuterol se había reducido a la mitad. El 23 de julio el rastro desapareció. "Este hecho --según uno de los principalesexpertos en la lucha antidopaje mundial-- demostraría que Contador no se había dopado, porque lo normal es que la dosis vaya en aumento y no al revés".Según este mismo científico, los 50 picogramos son "tan ridículos" que la mayoría de laboratorios acreditados por la AMA "no buscan clenbuterol en un índice tan bajo, entre otras cosas porque 50 picogramos no sirven de nada".La organización del Tour, al contrario de lo que hizo hace cuatro años con el positivo de Floyd Landis por testosterona, decidió esperar las conclusiones de los científicos de la UCI y el AMA. En el 2006, al conocerse la infracción del estadounidense, la ronda francesa le retiró de inmediato el título ganado en París.