EXTREMADURA 0: Toni García; Jairo, Dani Fragoso, Jonathan (Roberto, M. 63), Samir; Capi (Pedro José, M. 81) Lolo, Marco, Zurdo; Manuel (Pichi, M. 63) y Rubenilson.

PAJARA PLAYAS 2: Gaitán; Raúl Benítez, Atxabal, Miguel Angel, Yeorut; Alberdi; Ciani (Viyuela, M. 86), Míchel, Rubén Coméndez, Mayordomo (Yerai, M. 83) y Raúl Borrero (Yoni, M. 77).

GOLES: 0-1 M. 52: Raúl Borrero. 0-2 M. 67: Raúl Borrero.

ARBITRO: Francisco Barea López (Andaluz). A tono con el partido, no influyó en el tanteo pero físicamente fue lamentable verle en el campo (0). Amonestó a Atxabal (31´) y Jonathan (53´).

Dos jugadas calcadas, tan previsibles como evitables con una mínima concentración defensiva y con dos viejos conocidos del fútbol extremeño como protagonistas sirvieron para desnudar las carencias del nuevo Extremadura de Cisqui, engordar la leyenda de la maldición canaria y despeñar en la tabla de clasificación al club almendralejense casi en la misma proporción que las ilusiones de la afición local. El 0-2 de ayer en el Francisco de la Hera no es más que la confirmación de la crisis de identidad del bloque de Cisqui y las limitaciones de éste para intentar siquiera maquillar un inicio que ha terminado por dilapidar las estadísticas de la entidad en la categoría.

Tras una primera parte en la que el Extremadura movió el balón con algo de criterio y sólo le faltó acierto en los metros finales para que Rubenilson inaugurase, se llegó a una segunda en la que otra vez un error defensivo, una falta de contundencia evidente, terminó por reventar las expectativas azulgranas.

LAS OCASIONES FALLADAS

Es cierto que el brasileño no dio con la meta de Gaitán tras una salida en falso del meta canario (m. 9), después de encararlo y estampar el balón en el cuerpo del guardameta (m. 17) y ajustando el cuero a la cepa del palo derecho, tras una lustrosa jugada personal, aunque por fuera (m. 23). Tampoco lo hicieron ni Manuel ni Zurdo en una acción en la que ambos remataron en situación ventajosa pero tropezaron con el meta rival (m. 29). Ciani, el exjugador del Díter, casi aprovecha un error defensivo para inaugurar (m. 31) Se confirmó con advertir tras ver como Toni García metía una buena manopla abajo.

Así terminó la primera parte, con más ocasiones locales y algún destello visitante. Daba la impresión de que con paciencia el Extremadura podía hacer una primera sangre en la piel del rival siempre y cuando salvaguardase su integridad atrás. Y paso lo que pasó en Vecindario en Copa, en Corralejo en liga y hasta ante el Sevilla, a pesar del 4-0. La falta de contundencia de la zaga local permitió que un balón centrado desde la línea de fondo por Ciani fuese rematado con absoluta comodidad por Raúl Borrero para el 0-1 (m. 52).

Y justo en ese momento se le aparecieron todos los fantasmas al cuadro local. Cisqui reaccionó y volvió a colgarse de la defensa de tres buscando neutralizar cuanto antes. Nadie puede discutir que el técnico lo intentó y de forma valiente de nuevo. Pero también todos los que estuvieron ayer en el Francisco de la Hera pueden dar fe de que su equipo se convirtió en una alma en pena, en la impotencia hecha equipo de fútbol y en cualquier cosa menos un aspirante a nada por mucho que la liga esté recién comentada. Con estos mimbres...

LA SENTENCIA, UN CALCO

Para hacer más doloroso el epílogo, los ex jugadores de Díter y Cacereño volvieron a insistir, con la misma jugada y las mismas prebendas, aunque con un zaguero menos. Volvió a profundizar Ciani y volvió a rematar, sólo como la una, Borrero a la red (m. 67). Y ahora el derbi de las urgencias.