Tiger Woods sufrirá un duermevela por culpa de Young-Eun Yang, un hombre de apellido tan menudo como su aspecto físico, coreano y que derrotó por primera vez a la megaestrella cuando éste partió como líder para la última ronda de un torneo de ´Grand Slam´. El rostro de Tiger Woods, el mejor golfista del mundo que nunca cedió un ´Grande´ partiendo como líder -acumula 14-, estaba desencajado, roto, tras claudicar en el US PGA disputado en Hazletine (Minnesota) ante un rival inesperado como Yang.

Vestido de blanco de pies a cabeza, desde la visera hasta los zapatos, Yang fue como un ángel exterminador. El golfista de 37 años, que comenzó a jugar a este deporte con 19 y en una cancha de practicas pública, tumbó al mito que con 2 años ya protagonizaba ´shows´ televisivos.

El jugador coreano desnudó a Tiger, le bajó a la tierra y le arrebató en sus mismas narices un título de Grand Slam, lo que antes nadie había logrado. El peligro para Tiger vino esta vez de Asia, el continente en donde nació su madre (Tailandia), en donde el golf crece al galope y que a partir de ahora ya puede presumir de tener un campeón de Grand Slam.

Yang comenzó el año como el golfista número 478 del mundo y tras su victoria en marzo en el Honda Classic, el golfista coreano saltó hasta el puesto 110. Con su reciente victoria en Hazletine, Yang es, ya, trigésimo cuarto.