Guillermo Corrales quiere seguir en Cáceres, donde vive con su abuela materna. Y el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, por lo que parece, quiere que Guillermo Corrales siga, pero al menos por lo que cuenta el base madrileño-andaluz, todavía no se ha producido una oferta en firme de renovación.

«A ver qué me ofrecen», dijo a este diario el jugador, que estos días está pensando más en completar su curso universitario que en dónde jugará la próxima temporada. Equipos no le faltarán después de ser una de las sensaciones de la campaña 2016-17 en la LEB Oro.

«Para mí, primero es el Cáceres. Luego es posible que tenga alguna posibilidad más, pero mi prioridad es continuar aquí, donde estoy muy a gusto en todos los aspectos», comenta. Muestra de su compromiso se produjo hace unos días, cuando viajó con el equipo infantil al Campeonato de España en Galicia y ejerció como delegado.

Sin embargo, la maquinaria de la entidad por ahora va lenta y el contacto que se ha producido entre ambas partes ha sido meramente informal. En los próximos días volverán a encontrarse para concretar una propuesta. De renovar, sería su cuarta temporada en el Multiusos.

MENOS DINERO EN PLANTILLA / Aunque es un asunto sobre el que el Cáceres no suele hablar oficialmente, todo hace indicar que se dispondrá de menos dinero que la pasada temporada para confeccionar la plantilla. En la primera configuración, sobre el papel, entra Corrales como base principal, lo que conllevaría un aumento por determinar en su contrato, que hasta ahora era uno de los más bajos.

Su protagonismo se ha duplicado: ha pasado de jugar 11 minutos por partido a 23; de 2,2 puntos a 4,7 y de 1,2 a 2,9 asistencias. La progresión se observa mejor en la valoración media, que ha ascendido de 1,9 a 6,1. Manteniéndose como un durísimo defensor, ha mejorado en su control de juego, aunque sigue teniendo un lastre con el tiro: solo un 28,8% en triples y un 42,3% en tiros libres, uno de los peores jugadores de la liga en este último aspecto. El pasado día 13 cumplió 22 años.