Guillermo Corrales será la séptima y última renovación del Cáceres Patrimonio de la Humanidad de cara a la próxima temporada en LEB Oro, aunque con el matiz de que el protagonista de una de ellas, Carlos Toledo, irá cedido a un club de Plata.

Corrales, que acaba de cumplir los 20 años, tiene asignado el teórico papel de tercer base, ya que el club confirmó ayer también lo adelantado por este diario: fichará a Alvaro Frutos (1,88, 28 años y procedente del Guadalajara) para reforzar la dirección de juego.

La configuración de la plantilla queda así muy avanzada, a la espera solo de que se incorpore un alero alto que pueda ayudar en el rebote y dos interiores experimentados. La continuidad de tres de los componentes del Cáceres que logró el ascenso --Richard Nguema, Fernando Fernández y Brandon Sebirumbi-- está ya descartada del todo "y no porque no se lo merezcan", destacó ayer la entidad verdinegra, a modo de agradecimiento por su trabajo.

Corrales es considerado en cierto modo extremeño . Nació en Madrid, pero pasó parte de su infancia en Cáceres debido al trabajo de su progenitor, Antonio Corrales, que llegó a ser presidente de la Federación Extremeña de Baloncesto.

La pasada campaña, el jugador, formado en la cantera del Baloncesto Sevilla, promedió 3,3 puntos, 1,4 rebotes, 1,6 asistencias y 1,2 recuperaciones en 13 minutos por partido, caracterizándose sobre todo por su entrega a nivel defensivo.