Con un ojo en el cielo y el otro en el rival. Así afronta Albert Costa su estreno como capitán de Copa Davis. El campeón de Roland Garros en el 2002 debutará en la silla del equipo español en una eliminatoria que a priori no será fácil. Ayer, con todo el equipo al completo tras la última incorporación de David Ferrer, recién llegado de Dubai, el técnico tuvo que suspender los entrenamientos por culpa de la lluvia que podría seguir estos días.

España empieza en Benidorm la defensa del título conquistado el año pasado en Argentina ante un rival como Serbia, al que nadie quería en primera ronda. "Será una eliminatoria complicada y larga. Hay que respetarles, pero no les tenemos ningún miedo. Jugar en casa será una ventaja pero luego hay que demostrarlo durante la eliminatoria", advirtió Costa.