Flavio Briatore se fue rápido del circuito. No se dio esa vez el baño de cámaras como en Malasia o Australia. Cambio la sudada camisa de Renault por una inmaculada prensa de seda rosa y se subió a un Mercedes blindado. En el asiento le esperaba Berni Ecclestone. Juntos se fueron a la fiesta privada del rey Hamad bin Isa Salman Al-Khalifa. Mientras una bailarina ejecutaba la danza del vientre, el capo de la F-1 y su brazo derecho tenían mucho de que hablar, mucho que celebrar: la irrupción de un nuevo ídolo que revitalizará la F-1. "Alonso será el primer campeón del mundo español", dice el millonario británico. Y todo apunta a que será este mismo año en un duelo épico con Michael Schumacher, porque Briatore, Ecclestone, Alonso y todo el mundo sabe que Ferrari estará arriba.

De momento, Alonso llegará líder a Barcelona y el Rey Juan Carlos no necesitará hablar con el asturiano por teléfono como volvió a hacer ayer. Podrá felicitarle en un abarrotado Montmeló, con las audiencias de televisión por las nubes, en un país que se ha volcado con la F-1. Por eso, Ecclestone se frotaba las manos, hasta se le pasó el enfado de que un protestante como él, perdiera millones de euros porque la RAI se negara a retransmitir el gran premio en Italia --el país con más espectadores-- por la muerte del Papa.

"Eres el mejor"

El luto por el fallecimiento del pontífice redujo el protocolo en el podio y Alonso se quedó sin celebrar su triunfo. En Malasia fue un desmayo; en Bahrein, un país islamista, la muerte del Papa. No le importa. "He dado un fuerte golpe a todos mis rivales. Si yo fuera otro equipo distinto a Renault, estaría preocupado", dijo sin inmutarse. Es eso, un duro golpe, pero aún quedan 15 grandes premios. "Si me hubiese pasado lo mismo que a Giancarlo, hubiese visto la carrera desde el box y ahora no sería líder", recordó. Por eso prefiere ser cauto. "En Imola los Ferrari irán mejor".El golpe que ha dado a la F-1 es tal que su mánager, Luis Abad, se encendió ayer un puro cuatro años después de dejar de fumar. Briatore que le gritaba a Alonso desde el box por radio

"Eres un campeón, el mejor".