Se acabó la espera. El Barcelona ya es matemáticamente campeón de Liga, a falta de dos jornadas para el final del Campeonato y con un partido menos, el que tiene pendiente jugar en el Sanchéz Pizjuán contra el Sevilla. El conjunto azulgrana entonó anoche su segundo alirón consecutivo y el décimo octavo de la centenaria historia de la entidad.

Los de Frank Rijkaard no tuvieron que esperar a la finalización de su encuentro contra el Celta para asegurarse el título. Fue suficiente con la derrota del Valencia en Son Moix contra el Mallorca (2-1), una noticia que los jugadores azulgranas recibieron durante el descanso de Balaídos. El resto de lo que ocurrió en Vigo fue un mero trámite antes de iniciar las celebraciones.

El Barcelona ha sido dueño y señor del campeonato casi desde el principio. Tras un comienzo con algún tropiezo, los azulgranas se encaramaron a la primera posición y no ha encontrado rival que lo destrone. Además, ninguno de sus perseguidores (Valencia, Real Madrid y Osasuna) ha podido aguantar su ritmo de resultados. Los números así lo avalan: 24 partidos ganados en 35 jornadas, siete empates y cuatro derrotas, con 75 goles a favor y 29 en contra.

Este título supone la consolidación de un proyecto que podría verse coronado en París el próximo 17 de mayo en la final de la Liga de Campeones contra el Arsenal, la única asignatura de momento pendiente de este Barcelona moderno, espectacular, ambicioso y con un ramillete de talentosas figuras de primer orden mundial como Ronaldinho, Eto´o, Deco o Messi.

A la espera de la llegada de los jugadores a la ciudad condal, miles de aficionados se dieron cita en La Rambla y en la fuente mágica de Montjuic, donde estaba preparado un espectáculo de agua, luz y música basado en los colores y el himno del club.

A POR EL SUBCAMPEONATO Desde la distancia y con cierta envidia contemplaron ayer los jugadores del Real Madrid las celebraciones de su archienemigo. Pero el equipo blancp no tiene tiempo de fijarse en los laureles de otros, porque esta noche (22.00 horas) afronta en el Sardinero contra el Racing de Santander otra final para alcanzar el subcampeonato y acceder directamente a la Liga de Campeones.

Los madrileños, ahora a dos puntos del Valencia, viajaron sin el sancionado Iker Casillas, los lesionados Baptista y Ronaldo y con la baja de última hora de Cassano, con fiebre. Por contra, Juan Ramón López Caro cuenta con el regreso de Zidane y ha incluido en la lista a los canteranos David Cobeño, De la Red, Jurado y Roberto Soldado.