Un empleado del club dijo ayer que el panorama "está muy negro" en el Cáceres, aunque el gerente, Julio Espino, confía en que la solución puede llegar en breve. El club extremeño está de nuevo convulso y su viabilidad económica en entredicho tras el soterrado enfrentamiento que mantienen responsables de la entidad con el concejal Felipe Vela y el problema de viabilidad, que ha resucitado tras la aparente solución dada hace tres semanas.

Tras una semana especialmente movida --Sallier y Washington no entrenaron en protesta por el retraso en los cobros-- en breve se sucederán reuniones que pueden ser claves, en las que incluso se puede plantear la continuidad del presidente, Juan Francisco Luis, y del propio gerente.

AUDITORIA Espino, que no quiso a entrar a valorar los últimos movimientos alrededor de la operación de patrocinio de 17 empresas que teóricamente debía haber salvado al club, sí dijo que la auditoría sugerida por Vela "no nos ha llegado todavía" y que esperarán a tenerla para valorarla, aunque insistió en que las cuentas "están muy claras" y que, incluso, se podría producir un superávit a finales de temporada si todo se desarrolla según lo que está previsto.

El gerente adujo que los resultados del estudio económico sobre el presupuesto "es una información que debe tener la empresa Auren Consultores, a quien nosotros le hemos solicitado que nos haga la auditoría de forma gratuita". Del mismo modo, afirmó que el club "ha colaborado plenamente en la realización del estudio, que creo terminaron el jueves pasado".

Espino reconoció lo publicado por este diario la pasada semana: existen problemas de liquidez y no se ha pagado la totalidad de la deuda con los jugadores. En este sentido, sobre la ausencia del norteamericano Derrel Washington en el viaje a Aracena, dijo que al jugador le vio un médico y que pudo ser cierto que tuviera problemas gástricos, aunque otras versiones niegan totalmente este extremo y que el americano sigue con su particular plante.