La crisis vive en los grandes clubs de la comunidad extremeña. Cinco de los más representativos (Cáceres CB, en baloncesto; Badajoz, Mérida y Extremadura en fútbol y Puebla, en fútbol femenino) viven su peor momento de los últimos años, a muy diversos niveles. En la mayoría de los casos, las penurias económicas superan, de largo, a las deportivas. A mitad de temporada, algunos incluso han corrido peligro de desaparición. El final de campaña e incluso antes marcará el ser o no ser de unas entidades históricas que, durante la década de los 90, han gozado de un seguimiento masivo de sus aficiones y han contado con unos apoyos que, hoy por hoy, no tienen.

CACERES CB: MAS DE DIEZ AÑOS EN LA ELITE, PERO CON UNOS CIMIENTOS QUE SE TAMBALEAN

Ha sido el más longevo portador de éxitos del deporte extremeño de clubs. El inesperado ascenso a la ACB en el 1992 trajo un seguimiento masivo hacia todo lo que hizo el club, con muchos éxitos deportivos. El descenso en las ayudas, la marcha de un patrocinador y la ausencia del mismo en los últimos años, además de la bajada del número de aficionados, han llevado a la entidad al borde de la disolución, con unas deudas de más de dos millones y medio de euros (sobre 340 millones de pesetas). En dos meses se decidirá si hay continuidad o si la sociedad anónima se disuelve. Además, en lo deportivo, es un año de apuros: el equipo, que ahora parece reforzado con su triunfo en Lleida, está en peligro de descenso. Pero preocupa mucho más lo económico, sin duda, para un Cáceres en el que los esfuerzos de los sucesivos consejos no se han visto recompensados con la consolidación.

PUEBLA: UN REFERENTE QUE ASPIRA A SER CAMPEON LIGUERO QUE NO TIENE PARA TERMINAR EL AÑO

Durante los últimos años ha sido uno de los mejores equipos españoles en la Superliga femenina. Ahora también aspira al campeonato, pero puede no terminar el año porque no tiene espónsor. Su directiva, modélica, ya ha lanzado un SOS.

BADAJOZ: MAL EN LO DEPORTIVO Y CON UN PRESIDENTE CUESTIONADO

El Badajoz, en Segunda División desde el 92, se encuentra en su peor año. Ahora ocupa posición de descenso y en enero se han ido y venido jugadores sin aparente explicación lógica. La gente no va al Nuevo Vivero y los pocos fieles ya cuestionan al presidente. Esta misma semana, la Federación de Peñas ha sido muy dura criticando a Barradas.

EXTREMADURA Y MERIDA: HISTORICOS EXPRIMERA EN APUROS

La problemática de estos dos privilegiados que vivieron el sueño de Primera es, en el fondo, la misma: el dinero. El club de Almendralejo necesita ascender a Segunda para atisbar alguna luz, según ha reconocido su presidente, ya que las deudas son aterradoras. En el caso del Mérida, el heredero del anterior, ya desaparecido, es realmente complicado saber si tiene viabilidad. De momento, este año lo está teniendo difícil, incluso para pagar las nóminas.