El culebrón está servido. El fichaje de Cristiano Ronaldo por el Real Madrid amenaza con convertirse en algo más que la canción del verano. El club blanco ha puesto en marcha su maquinaria y solo espera que el jugador dé un paso adelante y haga oficial su deseo de fichar por el equipo de Schuster. De momento, ya lo ha insinuado. Mientras, el Manchester United no afloja la cuerda. Todo lo contrario. Desde su página web, el club inglés mantiene que el jugador no está en venta y que todo lo concerniente sobre su posible marcha a Madrid "son cosas de la prensa".

En cuanto Peter Frojdfeldt, árbitro sueco del Portugal-Alemania, pitó el final del partido de cuartos de final, Cristiano Ronaldo comenzó a pensar en blanco. Con una camiseta alemana colgada en su cintura, el jugador portugués se despidió de su afición tras la derrota ante el equipo germano. Algo similar hará en los próximos días en Manchester, a donde el jugador ha viajado para pedir a su club que comience a negociar con el Real Madrid y para operarse de un problema en el cartílago del pie derecho que sufrió hace aproximadamente tres meses.

"Ya he terminado la competición y voy a llegar a un acuerdo con mi club. Voy a Manchester a negociar mi marcha porque todo el mundo sabe lo que quiero y por eso no voy a decir nada más. Dentro de dos días se sabrán más cosas", declaró.

PRESION DE FERGUSON Ni la presión de Alex Ferguson, técnico del United que ha llegado a amenazar con irse si se marcha Cristiano, puede frenar el deseo de Ronaldo. Tampoco el mensaje que lanzó ayer el club inglés, haciendo oídos sordos al deseo de su estrella y acusando a la prensa de estar detrás del montaje. "El United no escucha ofertas porque Ronaldo no está en venta", se apunta desde la página web. Ni una sola referencia a las palabras de Cristiano Ronaldo, aunque algo tendrá que decir cuando lea el comunicado que el jugador ofrecerá en las próximas horas, en el que confirmará su marcha.

Una salida de la que no solo duda el conjunto inglés. Gatusso, el jugador del Milan que no estará ante España por sanción, comparó el éxito que puede tener el Madrid en esta operación con el frustrado fichaje de Kaká. "Ya fueron a por Kaká y no lo consiguieron", dijo.

Mientras, el Madrid se mantiene a la espera. Ramón Calderón aguarda una llamada de Jorge Mendes, representante de Ronaldo, para iniciar la negociación con el United. El presidente blanco prometió que si llegaba a dirigir el club, Kaká jugaría en el Madrid. Sus otras dos promesas electorales fueron Cesc y Robben. Solo este último recaló en el club. Ahora, tras felicitarse por erradicar el término galáctico , se enreda en una operación cercana a los 100 millones de euros por un jugador de 23 años que no ha sido decisivo para llevar a su país demasiado lejos en la Eurocopa, pero que volvería a disparar el mercadeo del club, como ya lo hicieran Zidane, Beckham o Ronaldo.