A la espera de una resolución definitiva de la Corte Federal, segunda y última instancia deportiva que juzga los escándalos del ´calcio´, y a la que piensan acudir el Juventus, la Fiorentina, el Lazio y el Milán, principales implicados en el llamado ´caso Moggi´, la Corte de Apelación de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) ha resuelto con sanciones llamativas una situación escandalosa que no es desconocida en el fútbol transalpino.

El Juventus, el Fiorentina y el Lazio han perdido la categoría. El próximo curso jugarán en la Serie B. El conjunto turinés, desposeído de sus dos últimas coronas de campeón del scudetto, empezará la temporada con 30 puntos menos. El Fiorentina con 12 y el Lazio con una penalización de 7. El Milán, el cuarto implicado, seguirá en la Primera división, pero comenzará el campeonato 2006-07 con una penalización de 15 puntos y no podrá jugar la próxima edición de la Liga de Campeones.

GRAVEDAD El ya catalogado como el escándalo más grave del ´calcio´ ha inmiscuido en un juicio deportivo a una treintena de directivos, árbitros y otras personas y entes del mundo del fútbol acusados con distintos cargos por el caso de fraude deportivo que salió a la luz en mayo.

El Código de Justicia Deportiva establece que el CAF es el organismo encargado de juzgar estos casos en primera instancia, mientras que el proceso de apelación lo llevaría un tribunal federal.

El fiscal acusó a los inculpados de haber violado los artículos 1 y 6 del Código de Justicia Deportiva. El primero se refiere a la obligación de observar los principios de "lealtad y corrección" deportiva, y el segundo a las "acciones dirigidas a alterar el desarrollo o resultado de un partido" y asegurar una ventaja en la clasificación.

Las sanciones que acarrean estos delitos son, en el primer caso, de multas, y en el segundo, de retirada de puntos en la clasificación, descenso al último puesto de la tabla del campeonato o a categorías inferiores, exclusión del torneo e incluso la revocación del "scudetto" (título de campeón de liga).

Las penas para los federados van desde la suspensión de cargos por un periodo de tres a cinco años hasta la expulsión de la Federación.

La decisión del fiscal federativo Stefano Palazzi se conoció una vez concluido el partido de Italia contra la República Checa del Mundial de Alemania, que los italianos vencieron por 2-0, con el objetivo de que no influyese negativamente en el rendimiento de los jugadores, ya que varios de ellos pertenecen a los clubes implicados.

MOGGI, CULPABLE La Juventus, ganadora de la presente liga, es sobre la que pesan las mayores sospechas y la que ha salido peor parada; según el informe realizado por el juez especial para el caso, Francesco Saverio Borrelli, el club piamontés y su ex director general Luciano Moggi son los máximos responsables de la manipulación de varias Ligas.

Moggi está acusado de haber manipulado los torneos y haber impuesto la designación de árbitros en varios partidos para determinar los resultados.

De ahí, la exigencia del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, dueño del Milan, de que a su club le corresponden varios "scudetti" de temporadas anteriores que supuestamente fueron manejadas por los directivos "juventinos".

En el caso del Milan, se considera que también utilizó a sus dirigentes para lograr la colaboración de los árbitros. Su actual vicepresidente, Adriano Galliani, es el presidente de la Liga Profesional. Moggi y Antonio Giraudo, ex-director general y administrador delegado del Juventus, han sido castigados con cinco años de inhabilitación.