Cacereño - 1: Vargas; Palero, Cazorla, Roberto (min. 45, Estévez), Julio; Rocha, Dieguito (min. 79, Salva), Chiqui, Lolo; Rubén Jurado (min. 69, Sergio) y Rai.

Universidad Las Palmas - 1: Santi Lampón, Soto, Casquero, Deivid, Cristo Martín (min. 56, Marrero), Juanfra, David Fas (min. 56, Vega), Pachi, Angel Sánchez, Futre; Quirino (min. 80, Gustavo).

Goles: 1-0-Min. 34: Rocha. 1-1-Min. 88: Marrero.

Arbitro: Espiñeira Pello (1). Tarjetas amarillas a los locales Julio y Dieguito y al visitante Cristo Martín.

Incidencias: Alrededor de 2.000 espectadores en el Príncipe Felipe. Terreno de juego en malas condiciones. El exjugador del Cacereño en los 80 Blanco, ojeador del Betis, presenció el partido en el palco.

El Cacereño sigue fiel a su desdicha. En su más que probable mejor ejercicio de lo que va de curso, perdió dos puntos en los minutos finales (1-1). Ni siquiera el lustre del rival puede aminorar la frustración de ver muy de cerca un triunfo que, de largo, mereció el equipo de Angel Marcos. Una acción postrera, en el único lunar verde en el trabajo defensivo de 88 minutos, permitió al veteranísimo Marrero hacer la igualada de la Universidad de Las Palmas y dejar aún más helado al público local, que hasta entonces había disfrutado del fútbol.

Y es que el Cacereño había hecho un despliegue enorme. Y fue precisamente la defensa la mejor línea, con los laterales Palero y Julio sensacionales y un Cazorla extraordinario en el cruce e incluso la conducción.

Un remate de cabeza de Lolo en inmejorable posición dio el pistoletazo ofensivo verde. Marcos apostó por dos delanteros y solamente la suplencia de Estévez pudo crear dudas en el esquema. El Cacereño se adaptó mejor al terreno de juego y dominó con solvencia los tiempos del partido, aunque su gol se produjo de la manera más insospechada, con una falta botada por David Rocha junto al banquillo local que se coló cerca de la escuadra.

TRABAJO DE TODOS El Universidad era claramente desarbolado por el Cacereño gracias a la enorme brega de Lolo --el almendralejense volvió a estar colosal-- y la calidad y movilidad de Dieguito y Rai. El central Roberto Rodríguez, hasta entonces perfecto, tuvo que retirarse por lesión antes de que llegara el descanso. Tampoco importó mucho: Chiqui retrasó su posición sin apenas consecuencias porque su colocación e inteligencia le avalan siempre.

El segundo tiempo se inició con los mismos parámetros, con el control de los locales y la impotencia visitante para hacer ocasiones. Cazorla, Rubén Jurado, Dieguito y Rai estuvieron muy cerca de sentenciar en el primer cuarto de hora. Fueron los minutos más interesantes de la contienda y quizá la clave del choque, con un Cacereño superior que no plasmó en el marcador --sin funcionar, por cierto, como la propia luz de un estadio que se está quedando antiquísimo-- y un Universidad a verlas venir.

Juan José Almeida, técnico visitante, vio que aquello derivaba en derrota y remodeló su equipo con la entrada de un delantero más, el veterano Marrero, que después sería determinante.

Y en verdad que las variaciones vinieron mejor a los canarios, que empezaron a desperezarse y estirarse en busca de Vargas. Sin embargo, el Cacereño seguía inexpugnable en defensa, al punto de pasar escasos apuros.

La marcha de Dieguito, con Cazorla, el mejor de largo ayer, encadenó el par de jugadas determinantes del duelo. Primero fue Estévez, cuyo centro rebotó en un defensa y se fue al poste (min. 83). Después llegaría la acción del empate del Uni, en un balón en el que se pecó de blando al permitirse a un central controlar el balón hasta las inmediaciones del área de Vargas y que terminó en los pies del hábil Marrero, que no perdonó.

El epílogo pudo ser peor, pero también mejor. Vargas evitó con una extraordinaria parada el 1-2 en un remate de cabeza a bocajarro de Angel Sánchez y Santi Lampón despejó a córner otro testarazo de Salva, al que sin duda le falló la convicción a la hora de ejercer la suerte del testarazo. El Cacereño había sido injustamente tratado por el fútbol en una mañana que le había complicado aún más en la tabla. Toca sufrir, aunque también celebrar que este equipo tiene más de lo que exhibe la clasificación. El consuelo quizá no sirva para resultados como el de ayer.