La noche del 17 mayo de 2006, Carles Puyol levantaba en París la segunda Copa de Europa para el FC Barcelona. No fue una Champions cualquiera. Era el primer título de un modelo de juego que sentaría cátedra para siempre en el fútbol. El que inició Johan Cruyff, continuó Rijkaard y terminó de abrillantar Pep Guardiola. Había nacido una concepción del fútbol diferente a las anteriores, donde tener la pelota era la regla número uno del juego y un valor innegociable para sus futbolistas. Un paradigma osado, arriesgado y casi perfecto a vista de los rivales. Por entonces, dos locos apasionados del fútbol, Francisco Javier Diosdado ‘Cisqui’ y Pepe Tirado, ya venían moldeando en sus cabezas la aparición de una escuela de fútbol. Aquel modelo ‘Barça’ sería su reflejo. Una especie de Masía en el árido Tierra de Barros: el Club Polideportivo Almendralejo.

Educar, disfrutar y tratar siempre bien al balón fueron sus tres premisas innegociables. Y una década después, el mayor premio que soñaron una vez ya se ha hecho realidad: el ascenso de su fútbol juvenil a la élite nacional, la División de Honor. «Era el sueño con el que partimos. Lo hemos tenido tan cerca este año que parece que no le damos importancia, pero es el premio a varias generaciones de futbolistas de la escuela. Hay jugadores que han ascendido que comenzaron con 7 y 8 añitos con nosotros. Y ahora llegan a lo máximo. Eso es muy grande y muy difícil de explicar», dice todavía emocionado Cisqui cuando echa la vista atrás. Estos años han invertido miles de horas de trabajo en los campos del polideportivo municipal. Su capacidad para educar y hacer divertir a los chavales fue convenciendo a las familias y hoy día son 450 niños los que se visten con los colores del CP Almendralejo.

Este año, el equipo juvenil no partía ni en las quinielas de favoritos, pero de la mano de Ángel Gutiérrez Cuadrado, más conocido como Angelito, el equipo ha roto todos los pronósticos. Ha ascendido a falta de tres jornadas para el final, tras llevar una vuelta completa y un partido sin perder. El técnico de Almendralejo debutaba como entrenador. En dos semanas será técnico de nivel nacional gracias a la escuela de formación Pebetero. «Aún no me lo creo. Ha sido un año espectacular. Empecé a entrenar para coger experiencia y ha salido todo perfecto. La clave ha sido el vestuario y el compromiso de estos chicos. La gestión del grupo es esencial para guiarles al éxito», reconoce Angelito.

Futuro

El CP Almendralejo subirá a División de Honor y será junto al Diocesano el otro equipo extremeño en la élite, relevando al descendido La Cruz Villanovense. El presupuesto tendrá que ser casi seis veces el actual, rondando los 40.000 euros. «Ya estamos trabajando en los recursos. Seremos embajadores de la provincia de Badajoz y podremos tener buenos jugadores», apunta Cisqui.

Para el banquillo se cuenta con Angelito, aunque aún debe atarse la renovación. «Claro que me gustaría entrenar en División de Honor, siempre respetando las horas de trabajo que esto necesita», apunta.

Almendralejo no tenía un equipo en la élite juvenil desde la desintegración del CF Extremadura. Allí jugaban jugadores como Willy, Isra Centeno o Carlos Andújar, entre otros. El CP Almendralejo coge el relevo y sueña con hacerse un hueco entre los mejores. El concepto no cambiará. Saldrán a disfrutar y a jugar la pelota, como siempre lo han hecho.