El 21 de agosto de 2007 nació oficialmente el Extremadura UD. Fue ese día, en concreto, cuando se registró como sociedad deportiva y se constituyó formalmente. Pero cuenta la leyenda urbana (posiblemente sea verdad), que todo nació en la barra de un bar, en uno de esos días donde un grupo de amigos futboleros empieza a darle forma a sus sueños y éstos, terminan convirtiéndose en realidad. Así se fraguó la historia de un club que vuelve a ser referencia regional en todas sus vertientes y que, además, está sentando las bases para soñar con cotas más altas.

Ese grupo de amigotes saltó el pasado miércoles al Francisco de la Hera en los prolegómenos del partido ante el Betis que conmemoraba, precisamente, el décimo aniversario del club. Diego Madera, Manuel Franganillo, Tomás Bravo, Juan Francisco Gomato, Leandro Izquierdo, Juan Daniel Bravo, Juan Diego Rodríguez o Tomás Robles. Ellos fueron verdaderamente los primeros valientes. Luego, con el paso de los años, otros muchos más les han ido apoyando en la trastienda. Hasta la llegada del grupo inversor que se ha integrado directamente en el corazón azulgrana. «Me hubiera gustado estar hace diez años en aquel bar», decía hace poco Joaquín Zulategui, uno de los nuevos inversores.

El Extremadura ha tomado vuelo, pero su afición reconoció a este puñado de amigos que tuviera el coraje de hacer rodar de nuevo la ilusión del fútbol en Almendralejo.

El Extremadura juega esta tarde su cuarto amistoso de pretemporada en Berlanga. Lo hará ante el Azuaga, precisamente el rival con el que logró su primer ascenso a Regional Preferente, allá por abril de 2008. La historia es caprichosa y tiene a cruzar acontecimientos con equipos y nombres. Quien sabe si esos caprichos devuelven a los azulgranas a la élite.